Chaparrón de felicidad para 26 falleras

Moisés Domínguez, Valencia La elección de la corte de honor del año pasado enmudeció a muchos de aquellos que dicen saberlo todo y que teorizan sobre quien saldría y quien no. Si hubiera sido una quiniela, habría bote acumulado para este año. Pero la del presente ejercicio daría muchos menos dividendos. No la lógica, porque esto no tiene lógica, pero sí lo esperado se cumplió. Por supuesto, no en su totalidad. Quizá se quedaron una, dos o tres de las fijas de buena tinta . Pero poco más. Muchos de los nombres que, a partir de octubre, representarán a la fiesta fallera eran nombres que se habían barajado en los diferentes corros. Desilusión en las muchísimas candidatas y comisiones que se quedaron fuera, pero encomiable la actitud del público a la hora de aplaudir el resultado, fuera con o sin felicidad añadida. La del accidente, la hija de infantil...

A partir de ahora se empezará a saber que Bárbara Mora ya estuvo en la corte infantil en 1999; que a María José Meco le llegó el éxito con doce meses de retraso tras intentarlo el año pasado o que Vanesa Alonso es la única que representa a una población, Burjassot.

Que Mari Carmen Piera encuentra con la corte un consuelo al sinsabor de cuando, el pasado mes de marzo, se le cayó su falla grande de l´Antiga de Campanar. Que Paula Solaz (otra que lo logra a la segunda intentona), vivió en su falla de Azcárraga el estallido de una camioneta llena de pirotecnia.

O que Silvia Rueda Ferrero es la primera hija de fallera mayor infantil de Valencia: su madre fue Silvia Ferrero, de 1969. Por cierto, no hay ninguna casada. Una infantil vive en Inglaterra Y de las infantiles se dirá que Anna Duggan es la primera fallerita de la corte nacida y residente en Inglaterra, que ahora tendrá que venirse a vivir a Valencia, la ciudad natal de su madre; que Paula Carrero ha dado una alegría monumental a su falla Castell Maiques en el año de fundación de su comisión; que Patricia Cobacho salió la primera y es la más pequeñita de todos... pequeñas y grandes historias que se irán escribiendo a partir de ahora. La corte salió con 48 horas de retraso, pero el desastre meteorológico provocó una revisión del acto. Se ha descubierto un recinto más que interesante para la celebración de este acto. El pabellón de la Fuente de San Luis tuvo algunos problemas: colas desde primera hora para coger un sitio, porque, a causa del traslado, el asiento era para el primero que llegara. Y hacía calor. Y aparcar era casi imposible. Pero el público lo podía ver bien: desde cerca en directo y con pantallas gigantes cedidas por el presidente del Pamesa, Manuel Llorente. Y con un escenario donde se podía bailar bien. Ayer, Félix Crespo lo tenía muy claro: «vamos a tener este pabellón muy en cuenta. No descarto que sea el sitio para el futuro. Y tampoco descarto, para dar cabida a más gente, volver a desdoblar el acto en mayores e infantiles como se hacía antes» . Se despidieron Marta Reglero e Inmaculada Escudero con elegancia. Y el espectáculo Ballem de Carles Galiana, Rafa Díaz y los bailarines fue rápido e interesante. Con un monumental guiño a la historia de la música fallera al recuperar la entrañable música de All that Jazz , que tanto hizo crecer el play back . Ahora, ya todo es historia. A partir de ahora, a 26 nuevas falleras les espera un nuevo aguacero, pero de vivencias únicas.