H. G., Valencia

La piqueta ha llegado a la popular casa de la palmera del Cabanyal, uno de los inmuebles desprotegidos y afectados por los derribos para la apertura del bulevar San Pedro. El Ayuntamiento de Valencia ordenó ayer iniciar el vaciado y demolición en el interior del edificio que en breve pasará a la historia junto con otros siete que ya se han tirado a tierra en la calle San Pedro. Las demoliciones empezaron después de que la Policía Nacional desalojase por orden del juez y a instancias del propio ayuntamiento la casa, de titularidad municipal, ocupada desde hace años.

El desalojo se produjo a las 7.30 de la mañana, cuando los ocupantes (cinco mujeres y cuatro hombres) estaban durmiendo, por lo que apenas ofrecieron resistencia. La policía los detuvo y puso a disposición del juez que los dejó en libertad tras tomarles declaración.

El ayuntamiento compró la casa de la palmera hace tres años por 300.000 euros. La plataforma Salvem el Cabanyal ha tomado como referencia los 1.100 euros por metro cuadrado que pagó el ayuntamiento contraponiéndolos con los 500 euros que ofrece ahora a los expropiados del bulevar San Pedro. En total, hay 136 inmuebles afectados por la expropiación forzosa de los que el ayuntamiento ha adquirido el 60%.

La Asociación de Vecinos del Cabanyal acusó ayer al Ayuntamiento de Valencia y a la Generalitat de obviar su petición de salvar la casa de la palmera para destinarla a equipamiento del barrio. El portavoz vecinal Vicente Gallart explicó que este edificio "no interfiere en la apertura del bulevar y puede integrarse en la zona ajardinada prevista justo en el solar de enfrente".

Los vecinos acusan al consistorio de "faltar a su palabra" y recuerdan que en el proceso de diálogo que abrieron vecinos y administraciones tras la sentencia del Tribunal Supremo que ratificó el plan del cabanyal y la prolongación de Blasco Ibáñez se comprometieron a estudiar la posibilidad de conservar la casa de la palmera. El ayuntamiento también ha hecho otras promesas de futuro incierto como la de trasladar "piedra a piedra" la Lonja de los Pescadores otra de las construcciones emblemáticas de este barrio marinero ubicadas en la línea de la prolongación. Salvem el Cabanyal, por su parte, volvió a reclamar ayer la rehabilitación integral del barrio.

Fuentes municipales explicaron que finalmente no se mantendrá la casa porque el plan especial del Cabanyal contemplaba su derribo para la apertura del bulevar San Pedro, una "arteria principal" junto con la futura prolongación hasta el mar de Blasco Ibáñez. Lo que sí se conservará será la palmera de gran porte que preside el jardín de la casa. El ayuntamiento seguirá adelante con los derribos de los inmuebles fuera del área declarada Bien de Interés Cultural -pendiente de la suspensión cautelar del plan-.

Los vecinos se sorprendieron por el despliegue policial que acompañó el desalojo del ayer y reclamaron la misma celeridad para actuar ante las denuncias por venta de drogas en el barrio.