El grupo municipal socialista ha exigido hoy a equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia que suspenda cautelarmente los derribos en el barrio de El Cabanayl hasta que el Ministerio de Cultura dictamine si las actuaciones en la zona suponen expolio.

La portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, ha anunciado hoy que presentarán una moción al pleno de mañana para que "se apruebe la suspensión de todas las actuaciones derivadas del PEPRI de El Cabanyal-Canyamelar en las unidades que afectan al conjunto declarado Bien de Interés Cultural".

Según la propuesta de acuerdo de su moción, el PSPV solicita que también se paralicen las actuaciones "en el resto de unidades que modifiquen la estructura urbana como consecuencia de al prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez y de la apertura del Bulevar San Pedro".

En un comunicado, la portavoz socialista ha resaltado que la nueva sentencia del Tribunal Supremo (TS), que desestimaba el recurso de la Generalitat contra la retroacción del Plan del Cabanyal y remitía al Ministerio de Cultura la decisión sobre la legalidad o no de la apertura al mar de la Avenida Blasco Ibáñez, "pone el foco sobre la expoliación patrimonial de El Cabanyal".

"El ayuntamiento ha incumplido su obligación de preservar el patrimonio, que es nuestra memoria y nuestra riqueza. La alcaldesa podría haber impedido la degradación del barrio, pero ha demostrado hasta ahora una actitud insensible", ha afirmado.

Para Alborch, "esa degradación es, en buena medida, consecuencia de una obstinación en prolongar Blasco Ibáñez, alterando la estructura urbana del conjunto declarado Bien de Interés Cultural que permite la destrucción de 209 edificios catalogados, es decir, merecedores de protección".

El concejal socialista Vicente González Móstoles ha recordado que el frente de derribo de la prolongación destruirá parte del ensanche de El Cabanyal, declarado BIC y que constituye el primer ensanche de la ciudad, anterior incluso al de Valencia.

"El proyecto del paseo Valencia al Mar fue posterior a la construcción del ensanche ahora en peligro, pero ambos coexistieron pacíficamente cien años", ha apuntado el edil, quien ha recordado que la prolongación hasta el mar y la consiguiente destrucción de El Cabanyal no se plantearon hasta el Plan General de 1966.

"El PSPV dejó en suspenso el planeamiento de dicho barrio y fue Barberá quien, posteriormente, quiso poner fin a la coexistencia", ha apostillado.

De acuerdo con la última sentencia del TS, el Ministerio de Cultura deberá tomar en consideración en su estudio el informe del arquitecto inspector de la Unidad de Inspección del Patrimonio Histórico Artístico de la Dirección Territorial de Cultura y Educación de Valencia.

Según ha recordado, ese estudio consideró que "la prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez produce una intervención de tal calado que imposibilita la permanencia de la estructura original".

Igualmente, el plan "supone la eliminación completa de seis manzanas y la sustantiva alteración de otras seis arrastrando con ella un importante patrimonio urbano cuya situación actual es la de mayor fidelidad al ensanche originario y por lo tanto a la intención declaratoria del Conjunto Histórico del Cabanyal", según el estudio.

Además, tendrá que tener en cuenta el voto particular emitido por ocho magistrados de los diecinueve componentes del Tribunal Superior de Justicia de Valencia de 2004, igualmente crítico, ha señalado.

Móstoles ha explicado que si el informe dictaminase la existencia de expolio, se suspendería la prolongación y por ello ha pedido al equipo de gobierno "que actúe con responsabilidad y, ante la posibilidad de que se declare el expolio, proceda a la suspensión cautelar para no aumentar el daño".