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El bulevar ajardinado para peatones y bicicletas construido a lo largo de la calle J.J. Dómine con motivo de la Copa del América se ha convertido en un aparcamiento improvisado y gratuito para coches. Mientras el aparcamiento del icónico Veles e Vents está medio vacío, los vehículos toman a diario el paseo pensado para uso ciudadano (compartido con bicicletas y coches) que proyectaron Jean Nouvel y el despacho alemán GMP en el concurso de ideas de 2007 para la ordenación de la dársena interior. La fusión de ambas propuestas realizada por José María Tomás planteaba una solución de bulevar con zonas verdes y canales que arrancase en el gran parque o delta verde del Grao y conectase con la marina del puerto.

Los usos en la realidad son bien distintos para disgusto de los vecinos de los barrios del Marítimo que durante años reclamaron el derribo de la valla del puerto que hacía de frontera entre la ciudad y el recinto comercial y que conseguido aquello lamentan que este espacio urbano ganado para la ciudad caiga en el abandono.

Los coches se han abierto paso a ambos lados del bulevar y han desplazado y arrinconado junto a la rotonda de la calle Marcos Sopena los grandes maceteros móviles diseñados para reordenar los viales tras la celebración del Gran Premio de Fórmula 1.

Los vecinos de Natzaret, por otro lado, van a presentarle a la Autoridad Portuaria de Valencia, que ha encargado la reordenación de su frontera con este barrio con objeto de crear una zona "amable" de transición con edificios de oficinas que recupere la salida al mar que le arrebató con la construcción de la ZAL. Los vecinos van a plantear recuperar la conexión del viejo cauce con la marina en superficie.