La recuperación urbana de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Valencia tiene un escollo legal y es que la recalificación del suelo para usos distintos al industrial obligaría a compensar económicamente a los 200 vecinos desalojados. Los terrenos de huerta y las casas sobre los que se levantó el puerto seco destinado a la instalación de almacenes y contenedores se expropiaron con base en el interés general y estratégico de la infraestructura. Si se acaba haciendo viviendas, como sugiere el arquitecto del frente marítimo, José María Tomás, los afectados podrían acogerse al derecho de reversión y a compensaciones económicas por la revaloración del suelo.

"Si al final se hacen viviendas se confirmará el gran engaño que fue la ZAL", afirmó ayer el portavoz de los vecinos de Natzaret, Julio Moltó, quien lamentó que todas las propuestas de regeneración urbana del frente marítimo pasen por el ladrillo y la construcción de torres de viviendas. "Nos vendieron que aquello era necesario, expropiaron por cuatro perras y ahora está todo cerrado", lamentó ayer el presidente de la asociación de vecinos la Unión de la Punta, Vicente Romeu, quien recalcó que al final pasará lo que temían los vecinos, que les robaran las tierras para luego hacer otra cosa".

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, no sabe si como dice Tomás la ZAL está predestinada a ser urbana y residencial. Lo que sí dijo es que de ser así "lo primero sería compensar a los vecinos". Broseta reclamó en todo caso una planificación global para el frente marítimo que coordine los distintos proyecto urbanísticos (PAI del Grao, el de Moreras, la marina real y el borde urbano con oficinas y hoteles de Natzaret) en marcha.

La Autoridad Portuaria de Valencia no quiso pronunciarse sobre la reconversión urbana de la zona logística, que lleva casi cuatro años acabada y sin uso. Dentro de la relación puerto-ciudad, la APV trabaja en estos momentos en el proyecto urbanístico con oficinas y hoteles en la frontera con el barrio de Natzaret. El puerto está haciendo números para ver si la la explotación del suelo terciario permitirá pagar el traslado de Moyresa, la vieja fábrica de molturación de semillas, al interior del puerto.

El PSPV ya planteó en el debate de la revisión del PGOU la posibilidad de reconvertir los 650.000 m2 del puerto seco, destinado a la instalación de almacenes y contenedores, en un nuevo barrio del conocimiento y la innovación. Para el concejal socialista Vicente González Móstoles los derechos de reversión son una excusa poco sólida. A su juicio es viable reconvertir la ZAL pero sin destinarla íntegramente a viviendas sino incluyendo zonas verdes y usos y actividades relacionados con la innovación y el conocimiento para darle valor añadido al suelo. Para Móstoles lo dicho por Tomás refuerza los argumentos del PSPV y "demuestra que el debate del frente marítimo no está cerrado".

La CHJ y el puerto zanjan el problema

de lindes

La Autoridad Portuaria de Valencia explicó ayer que ya está resuelta la segreción de la parcela de la Confederación Hidrográfica del Jucar que lindaba con la ZAL. Salvado el enésimo escollo en el proceso, ahora se trabaja en el acuerdo con el Sepes sobre el precio del suelo. La APV no se atrevió ayer a dar fechas para el inicio de la comercialización de la zona logística que se terminó de construir en enero de 2006 y cuya gestión hasta ahora ha sido un fiasco. El Gobierno central lleva varios años consignando cantidades importantes para que la APV a través de Valencia Plataforma Intermodal compre el suelo al Sepes (Ministerio de Vivienda). El acuerdo final entre administraciones todavía está por llegar.