La última maniobra de Administración y Gerencia de Ondas 13, empresa que gestiona la Televisión Municipal de Valencia (TMV) roza la temeridad profesional y económica. Es cierto que la empresa de José Luis Ulibarri, actual propietaria del 80% de las acciones, no está en sus mejores momentos ni económica ni judicialmente. De hecho ha cerrado otra de las cadenas que poseía en la ciudad, pero del nuevo dueño o dueña de la TV Municipal nada se sabe.

Tal como ha informado Levante-EMV, el PP ha autorizado la venta de las acciones a una empresa, 123 Comunicaciones, S. L., que se constituyó hace tan sólo unos días y ni siquiera aparece inscrita en el registro mercantil. El temor personal y político del que hablaba está basado en las "sorpresas" que últimamente nos llevamos con las contrataciones populares. No me creo que Alfonso Grau, presidente del consejo de administración, no sepa quién forma la nueva sociedad, pero no quiere decírnoslo. Cuando el PSPV denuncia la opacidad en la que el gobierno local se mueve no lo hacemos de forma gratuita.

Dice Grau que confía plenamente en la capacidad de la nueva empresa y que no son de nuestra competencia los detalles de una compra-venta privada de acciones. Bueno, se lo hemos dicho clarito, es su responsabilidad. Espero que las sorpresas no nos vengan por ahí, pero permítanme que les diga que no me huele precisamente a rosas. En los próximos días sabremos qué y quién es 123 Comunicación, S. L., y disculpándome de antemano con los propietarios si equivoco mis sospechas, quiero decirles que líquido blanco y en botella es leche y una empresa constituida días antes de realizar una venta de esta importancia lo que presuntamente parece es un grupete de amigos del alma al que obligan a realizar la compra de un "marrón" y al que premiarán con algún negocio más productivo. No tengo pruebas por lo que esto no es una denuncia, es sólo una intuición o una malintencionada intuición.

Si se confirman las sospechas que no digan que un grupo de corruptos ha querido aprovecharse del PP. Ulibarri está imputado por el caso Gürtel y Barberá temía que el dueño de la empresa que gestiona su televisión acabara en prisión. Lo malo, o lo peor, es que la maniobra para que no la relacionen con la trama corrupta se ha hecho desdeñando los intereses de los ciudadanos.

Concejala del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia