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omo transmitimos Amics de la Malva mediante nuestro blog, las aguas de nuestra playa presentan una mancha fecal desde hace meses. El origen de este vertido incontrolado e ignorado es el emisario municipal de Vera, exactamente la rotura de una tubería por donde sale la porquería que la zona marítima y otros pueblos de nuestro alrededor generamos.

El conflicto creado en las instituciones que gestionan nuestras basuras, a raíz de nuestra denuncia en el blog de la asociación, vuelve a dejar en evidencia la falta de política medio ambiental que hay en esta parte del mundo. Y no es de extrañar, ya que el máximo responsable medioambiental del Consell, Juan Cotino, poco puede aportar, pues su perfil no es, en mi opinión, el más adecuado para afrontar a diario estos delicados temas.

Aquí estamos acostumbrados a convivir con anuncios de grandes eventos y otras acciones similares que provocan gran regocijo en quienes los anuncian y desarrollan.

Gran parte de nuestra riqueza se ve dilapidada construyendo edificios e infraestructuras para que el glamour campe a sus anchas hasta que dejan de servirles y los abandonan.

En cambio, echamos de menos anuncios del Ayuntamiento que nos hagan pioneros en lo referido a medio ambiente y nos coloquen en la parte alta del ranking de ciudades sostenibles europeas, no formando parte de otras listas de ciudades nada saludables (coches circulando a 300 km/hora por dentro de la ciudad).

Con parte del dinero invertido en estas obras faraónicas se podrían financiar, por ejemplo, estudios dirigidos a desarrollar fuentes de energía renovable y adaptarlas a la vida en la ciudad. Así mismo, se podrían planificar proyectos de ecología sostenible y urbana para llevar la contaminación en Valencia a cerca del 0% (proyecto HafenCity); o cambiar un emisario submarino por una depuradora en nuestro barrio, que fuera respetuosa con la naturaleza que nos rodea, en este caso, el mar Mediterráneo. Sólo de esa manera podremos sentirnos orgullosos de haber respetado y ayudado a quien nos da todo y nada pide a cambio.

Eso sí, al menos alguien sale beneficiado de este vertido en la playa de la Malva-rosa: las gaviotas, que perfilan con sus cuerpos, mientras comen desperdicios, la magnitud real de esta mancha.

?Presidente de la Asociación "Amics de la Malva"