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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, calificó ayer la orden del Ministerio de Cultura de "arbitraria y política frente a una docena de sentencias firmes favorables al plan" y acusó al Gobierno de "mantener una actitud intervencionista y prohibicionista".

Barberá afirmó que "la decisión del Gobierno se debe al fracaso en su decisión de cerrar los chiringuitos de las playas de la ciudad y ahora arremeten contra el plan del Cabanyal. Lo anuncian con una nota de prensa a determinados medios por la tarde. Con nocturnidad, alevosía y de forma vergonzante".

La primera autoridad se presentó en una rueda de prensa arropada por siete concejales de su equipo de gobierno sentándose a su izquierda y derecha los responsables directos del desarrollo del plan, el de Grandes Proyectos, Alfonso Grau, y el de Urbanismo, Jorge Bellver.

"La orden de Cultura que conozco a través de una nota de prensa se basa en determinados informes pero no ha tenido en cuenta los del ayuntamiento o de la Generalitat, que algo tenemos que ver. Sólo valora los informes que le han interesado e ignora intencionadamente nueve sentencias firmes del TSJCV y otras tres del Supremo que han reiterado que no ha habido expolio. Cada vez que gobierna el PSOE se corrompe el Estado de Derecho", añadió.

Barberá se preguntó: "¿Qué osadía es ésta del director general? ¿Qué sabrá él? ¿Pero qué se han creído? ¿Cómo es posible que un director general se permita ir contra 12 sentencias?", dijo.

La alcaldesa no se amedrentó ayer pero se le notaba molesta y furiosa por la decisión del Gobierno Central y recordó que "fueron los socialistas quienes dejaron diferido el planeamiento de los Poblados Marítimos y quienes querían hacer adosados en la "Casa dels Bous", mientras que nosotros hemos protegido 600 edificios y hemos actuado con valentía y con el apoyo de los vecinos y hasta de ex alcaldes socialistas que estaban a favor.

Y de nuevo Barberá recordó que ella y su equipo de gobierno cumplen con sus compromisos incluidos en los programas electorales como la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez.

Barberá esgrimió los resultados electorales con las cifras de las tres últimas convocatorias electorales de Valencia, el Cabanyal-Canyamelar y las mesas sitas en la zona de la prolongación. "Ése es el apoyo auténtico. Que los vecinos estén tranquilos y sigan confiando porque vamos a desarrollar el plan. Los derribos continuarán", concluyó la alcaldesa quien rechazó reunirse con Salvem el Cabanyal ante la petición del colectivo.