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La fiesta fallera traduce a sus particulares modos el momento en que se vive. Y aunque no haya que achacarlo siempre a ello, llama la atención que cada vez son más las veces en que un trono de fallera mayor es compartido por dos hermanas gemelas o mellizas. Y que esto coincide con una era moderna en la que los tratamientos de fertilidad hayan dado un salto cualitativo importante y que los embarazos múltiples sean algo mucho más frecuente.
Este año son varias las hermanas que comparten el trono. Y esto implica ritos ineludibles. Las falleras mellizas van a todos los actos. Nada de turnos. Hay dos tronos y dos bandas. Se hacen fotos y las intercambian con la fallera mayor de Valencia. A la exaltación del Palau van las dos. Y, en todo caso, el problema es qué pasa cuando hay que presentarse a la corte de honor. Todavía se recuerda, por ejemplo, a las dos hermanas de Sueca-Literato Azorín que llegaron a una fase final (una por la propia comisión y otra de "prestado" en otra). O que de las hermanas Llopis Borrego se sacrificó a una y la elegida, Nuria, acabó siendo fallera mayor infantil de Valencia. Hay otro rasgo que se repite siempre: las dos son falleras mayores a la vez.
Y hay casos que son para rizar el rizo. En la Plaza de la Cruz-Los Ángeles, los cargos son para unos trillizos: Pablo y Guillermo Martí Nomdedeu son los presidentes infantiles y Carmen, la fallera mayor infantil. "Desde que supimos que iban a ser tres ya estaba claro que ocuparían el cargo", dice su padre de los tres, Juan A. Martí, ex presidente de la comisión. "Y también dejamos claro que serían a la vez. ¿Uno cada año? ¡Ni hablar! Parecería el papá de la Pantoja".
En el caso de Prolongación Alameda-Avenida de Francia también es curioso y permite tener las cosas controladas. Carmen Valero es la fallera mayor y las infantiles son Carmen y Alejandra Monzonís Valero. O sea, sus hijas.
En Salamanca-Conde Altea son Amparo y M.ª José Mocholí Pérez y, para no estar en inferioridad, la comisión ha nombrado dos presidentes infantiles.
