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La noche del 18 cumplió con la tradición de todos los años. Fue complicada desde el punto de vista del orden público y por momentos peligrosa. Al menos seis personas fueron detenidas acusadas de lesiones y participación en reyertas. Entre los heridos se encontraba un joven a quien golpearon con una barra de hierro y fue atendido en el Hospital La Fe con rotura de cúbito y radio.

La Policía Local, por su parte, practicó 4 detenciones por resistencia y realizó 68 servicios humanitarios, el 90% de ellos por borracheras, mientras que los bomberos intervinieron en el incendio de 14 contenedores.

De todas formas, el episodio más peligroso fue el lanzamiento de borrachos en las proximidades de las torres de Serranos, que estuvo a punto de acabar en tragedia cuando uno de los petardos incendió uno de los surtidores de la gasolinera que se encuentra en las inmediaciones.

La Policía Local de Valencia tuvo que acordonar la zona y cortar el puente ante el riesgo de que las llamas hicieran explotar la gasolina almacenada en los depósitos. "Había mucha gente, por la gracia de unos podíamos haber salido todos por los aires", apuntó un testigo de los hechos. La zona permaneció acordonada una hora hasta que los bomberos comprobaron que no había peligro de reavivarse el fuego.

En todo el cauce del río la policía intervino 963 petardos y puso 56 denuncias.