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Los vecinos de la Malva-rosa han recibido como un jarro de agua fría la noticia de que la Dirección General de Tráfico ha renunciado a construir la nueva sede provincial de tráfico en el barrio argumentando contención del gasto y menor necesidad de espacio por la implantación de la administració electrónica. Los vecinos se sienten los paganos de las idas y venidas en el proyecto de la nueva sede de Tráfico y creen que es una cuestión de falta de voluntad política.

"Ha sido una decepción enorme", comentaba ayer Marisa Ebri, dueña de dos comercios ubicados enfrente de las parcelas de la calle Padre Antón donde estaba proyectado el centro de Tráfico. Los terrenos están en la frontera con el Cabanyal, a escasos metros de las Casitas Rosa, uno de los puntos negros de delincuencia y droga de la ciudad, y son un foco de conflictos por la cantidad de toxicómanos que lo frecuentan. Llegaron hace unos años tras el desmantelamiento de las Cañas y se han quedado. Los vecinos confiaban en que la nueva sede de Tráfico fuera "la guinda" de la regeneración del barrio que empezó a mejorar con la urbanización de la avenida de Tarongers. "Cuando dices que vives en la Malva-rosa la gente se piensa que somos chusma, hay muy mala fama", comenta Jose Manuel Viñas, presidente de la comunidad de propietarios del edificio contiguo a las parcelas.

Las parcelas son propiedad de la mercantil Organización y Asesoramiento de Negocios que tras la renuncia repentina de la DGT se plantea construir una residencia de ancianos como posible alternativa siempre que en la actual coyuntura de crisis encuentre financiación. A los vecinos la opción no les termina de convencer. "La sede de Tráfico era la esperanza del barrio porque iba a traer seguridad y vida, una residencia para mayores no será lo mismo", apunta Marisa Ebri. Sugieren incluso que la DGT redimensione el proyecto en base a las necesides pero que lo lleve a cabo. No descartan organizar movilizaciones. El Ayuntamiento de Valencia lamentó el lunes la decisión de la DGT después de haber aprobado la modificación del PGOU.

La DGT reflota los edificios de la Expo de Zaragoza

Los vecinos de Zaragoza han tenido más suerte que los de la Malva-rosa. La DGT cerró a finales de 2009 el acuerdo para rehabilitar, dentro del plan de reutilización de los edificios de la Expo, uno de los pabellones con destino a nueva sede de Tráfico. El edificio tendrá 5.000 m2, la mitad que el de Valencia, y costará 12 millones, frente a los 23 de la sede de Valencia. La masificación de la jefatura de Tráfico de la calle Mora de Rubielos llevó a la DGT a empezar a buscar terrenos para construir un nuevo edificio en 2002. Antes de las parcelas de la Malva-rosa se barajo reformar un edificio junto a la avenida de Francia, que finalmente se descarto.