"Si ves que las multas son tan altas, al final lo que pasará es que muchas no se pondrán." Ése es el pronóstico que hacen muchos policías locales de Valencia para cuando entre en vigor la última reforma de la Ley de Tráfico, que fija unas cuantías únicas e invariables para las infracciones leves, graves y muy graves, exactamente 100, 200 y 500 euros respectivamente. Lamentan, asImismo, que se pierda la capacidad del agente de valorar la infracción.

La nueva reforma, presentada el pasado lunes por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, pretende acabar con las diferencias de criterio que se aplican en las ciudades españolas. La ley establecía sanciones de 0 a 90 euros para las infracciones graves; de 91 a 300 para las graves y de 301 a 600 para las muy graves, y en cada lugar se fijaba unas referencias distintas. Por ejemplo, una doble fila podía ser sancionada en un sitio con 91 euros y en otro con 300.

Ahora se acaba con los tramos y se fijan cuantías únicas. Y eso no gusta a los policías. Julio Conesa, responsable de Administración Local de Comisiones Obreras (CC OO) lamenta, en primer lugar, que se acabe con la discrecionalidad del agente, que dentro del tramo contemplado por la ley podía variar la cuantía de la multa según las circunstancias del momento. "No es lo mismo multar a alguien que aparca el coche en doble fila para irse de copas que el que aparca para dejar a un enfermo", citó como ejemplo. Y tampoco es lo mismo que una doble fila se monte en una calle por donde no pasa nadie a que se monte en una calle donde está provocando un atasco", añadió.

Poner una cuantía fija y que, además, sea tan elevada supondrá, a su juicio, que muchas multas no se pongan. "Al final será contraproducente, porque el agente irá a poner la multa y si ve que es injusto simplemente no la pondrá. Nos van a obligar a no poner sanciones", dice.

La PDA de la discordia

También Jesús Santos, secretario local del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB), ve un problema en el hecho de que se acabe con la valoración del agente, aunque recordó que en gran medida eso ya estaba ocurriendo en Valencia con la implantación de las PDA. Estas agendas electrónicas, que ya tienen en uso la mayoría de los policías de barrio de Valencia, tienen fijada una cuantía fija que los agentes no pueden modificar. Era, además, la cuantía mayor posible establecida en la ley.

El concejal de Seguridad, Miguel Domínguez, no entró a valorar la nueva normativa del Gobierno. Sólo lamentó que se estén produciendo cambios constantemente y anunció que esta nueva valoración de las infracciones obligará a reformar todo el sistema sancionador del Ayuntamiento de Valencia.