La decisión del Ayuntamiento de Valencia de bajar de las aceras a los ciclistas en la nueva ordenanza de Circulación "es técnicamente correcta porque las bicis son vehículos, pero debe ir acompañada necesariamente de una política para calmar el tráfico".

La solución "más rápida y económica" es instalar pasos elevados de peatones o badenes para reducir de manera efectiva la velocidad de los coches, que en las grandes avenidas pueden circular a 80 kilómetros hora, cuando el límite está en 50". Esa es la opinión del profesor asociados de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Valencia Vicente Torres. Los badenes, sin embargo, son desaconsejados por otros expertos en Seguridad Vial que los consideran contraproducentes para el conductor.

Para Vicente Torres, la segregación del carril-bici en la calzada como proponen colectivos como Valencia en Bici es una fórmula para proteger al ciclista pero es compleja y cara. Tanto que el Ayuntamiento de Valencia ni se la plantea de momento.

Primero, explica el consultor y experto en movilidad, habría que reducir los carriles de tráfico rodado y luego instalar sistemas de separación como setos y bordillos. En avenidas con carril bus se puede optar por el carril compartido -pese a ser peligroso- haciendo "bypass" por las aceras en las paradas para no interrumpir la circulación de las bicis. Segregar el tráfico de las bicis sólo es necesario en ciudades como Valencia con poca tradición ciclistas.

En relación al número de bicis que puede soportar la ciudad y las consecuencias de la puesta en servicio de 2.500 bicis de alquiler del ayuntamiento a partir de junio, Torres apunta que "si una bici elimina un coche libera mucho espacio". "La pregunta es cuántos coches puede soportar una ciudad". La puesta en marcha del servicio de "bicing" hará que los ciclistas "se vean más" aunque, advierte, "la ciudad no está en condiciones para circular masivamente en bici y si no es gente entrenada". "Los veteranos conocen las rutas de baja peligrosidad pero los nuevos no y por miedo a ser atropellados se suben por las aceras y la bici no es un juguete". Las ciclocalles "son una buena solución, pero falta calmar el tráfico"