El concejal de Medio Ambiente, Ramón Isidro Sanchis, ha hecho suyo el proyecto que le ha puesto sobre la mesa la Universidad Politécnica y la Sociedad Española de la Rosa para celebrar un nuevo evento internacional vinculado no a la vela, la hípica o la Fórmula 1 sino al cultivo de la rosa. La fecha de celebración que se baraja es mayo del año próximo. El proyecto tiene una aliada de peso: Rita Barberá. La alcaldesa es una apasionada de las rosas y en 2008 ya anunció que Valencia tendría un certamen de este estilo.

"La alcaldesa quiere tener un concurso de rosas, pero el proyecto va más allá", explica el profesora de Paisajismo de la UPV y promotor del evento, José Francisco Ballester Olmos. El propósito es "entrar en el circuito de concursos florales internacionales a la vez que incentivar la cultura de la rosa" en la ciudad y fomentar la innovación vinculándola con la tradición. Promover variedades específicas para actos festivos como la Ofrenda es una de las propuestas.

Madrid y Barcelona celebran desde hace años sus concursos, pero es París, con su famosa rosaleda del Parque de la Bagatelle, la capital de la rosa por excelencia.

Para el concurso de rosas de Valencia, la idea es habilitar 50 pequeñas parcelas junto a la rosaleda de Viveros para que los aspirantes plantes sus variedades nuevas. El ayuntamiento se compromete a cuidarlas durante dos años, al cabo de los cuales se elige la rosa ganadora. "Entre los viveristas están muy cotizados los premios en este tipo de concursos", señala el profesor de la UPV.

Ballester Olmos explicó que Valencia, con la rosaleda de Viveros -restaurada en 2008- y la de la Ciudad de las Ciencias tiene posibilidades de meter cabeza en este mundo. El cultivo de flores en general y rosas en particular está muy vinculado a la innovación y puede potenciar el sector económico de la flor ornamental, apunta el promotor del día internacional de la rosa de Valencia.

En Valencia, pese a ser llamada la tierra de las flores, hay poca costumbre de comprarlas. "Compramos diez veces menos que otros países del entorno, en concreto, en San Valentín, el día de la Madre, Todos los Santos y Navidad". "Mientras en Inglaterra, Holanda y Francia las flores forman parte de la cesta de la compra, los valencianos tenemos adoración al jarrón vacío". Por eso, "es importante la divulgación", explica el profesor y jurado del Día de la Rosa Nueva de Barcelona y del Concurso Popular de Rosas de Madrid.

El proyecto de la UPV prevé llevar a cabo actividades didácticas en las rosaledas de Viveros y la Ciudad de las Ciencias, donde se pueden conocer las distintas variedades de flores -trepadoras, en miniatura, perfumadas, arbustivas, de jardín...- . "Valencia siempre ha estado ligada al cultivo de la rosa, desde los árabes, que introdujeron el cultivo de rosa Mosqueta, hasta el Renacimiento". La existencia de una rosaleda en los jardines del Palacio del Real (el actual jardín de Viveros) así lo prueba, asegura Ballester Olmos.