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La escultura del siglo XIX Flora, que está instalada en el paseo de la Alameda, ha vuelto a sufrir un nuevo acto vandálico. El monumento, modelado por José Piqué, apareció ayer con uno de sus brazos mutilados. El grupo municipal socialista de Valencia denunció ayer la pasividad del Ayuntamiento ante las "continuas agresiones vandálicas" sufridas por las esculturas públicas de la ciudad, como la ocurrida sobre Flora.

Ante esta situación, la oposición exigió la elaboración de un plan de seguridad y vigilancia de los monumentos, en lugar de invertir dinero en su rehabilitación tras las agresiones.

El concejal socialista Juan Soto recordó que no es la primera vez que esta pieza esculpida en 1864 sufre un ataque de este tipo, ya que en 2006 fue sometida a una restauración tras la decapitación de su cabeza y la mutilación de sus brazos. "Después de pasar más de un año en el almacén municipal para ser rehabilitada, la escultura ha sido objeto en poco tiempo de numerosos actos vandálicos que comprometen su integridad como elemento patrimonial", consideró el edil.

Soto citó como ejemplo la situación en la que se encuentran las dos piezas de Gerardo Rueda, Cubo y Rosario, situadas en el Jardín del Turia, cuya restauración en 2008 tuvo un coste de 300.000 y 240.000 euros, respectivamente, y que presentan de nuevo diversas pintadas en la actualidad. Además, también han sido atacadas esculturas en el Jardín de Monforte.