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El presidente del Valencia CF, Manuel Llorente, pidió ayer árnica al secretario general del PSPV. Consciente de que el horizonte judicial que se le perfila al Valencia CF en el recurso presentado por el grupo municipal socialista contra la reclasificación de Mestalla pinta nubarrones, el máximo mandatario valencianista se plantó ayer en el despacho de Jorge Alarte, en la cuarta planta de la sede. Para negociar un pacto entre partido y club que alivie la jaqueca que este asunto está provocando al dirigente del Valencia y que no deja de preocupar a su interlocutor político. El primero teme que el TSJ avale las tesis del impulsor del recurso, anule la modificación del PGOU y la reclasificación y de la noche a la mañana el club tenga un problema más grave que carecer de un comprador: no tener producto que vender. El líder socialista, por su parte, considera que el recurso, presentado por los doce ediles del PSPV en la etapa de Ignasi Pla —nada partidario de la iniciativa, por cierto—, perjudica la salud electoral del partido.

El encuentro de ayer duró apenas media hora. Suficiente para que Alarte reiterara a Llorente su disposición a buscar un pacto a partir de algún cambio en las condiciones del nuevo planeamiento urbanístico de Mestalla, que pase por reducir edificabilidad —el coeficiente se estableció en 1,79 metros de techo por metro de suelo— o incluir reserva de VPO, por ejemplo. El dirigente del PSPV trasladó lo que ya le había hecho saber otras veces, que necesita tener algún argumento con el que convencer a sus ediles sobre la conveniencia de retirar la iniciativa judicial que amenaza con pinchar el único flotador del Valencia en un mar de bancarrota. Si no hay razones, por ligeras que sean, que cambien el decorado respecto a cuando se presentó el recurso, losconcejales carecen de justificación, aunque sólo sea como coartada, para anunciar la retirada.

El presidente del Valencia entiende la posición del socialista, aunque tanto él, como su entorno en el club, estaban convencidos hace unos meses de que a estas alturas el problema judicial ya lo habrían borrado de la agenda. Especialmente porque Alarte anunció su intención de retirar el recurso. Y Jorge Alarte y Manuel Llorente mantienen una excelente relación personal.

Tiempo muerto para pactar

Pero, lejos de despejarse el panorama, el recurso está visto para sentencia, a unos dos meses de que el TSJ decida si avala o anula la operación Mestalla y con un PSPV en el que los que abogan por dar marcha atrás no tienen firma y los que tienen firma no titubean en su firmeza en la defensa, dicen, de los intereses de la ciudad por encima de los del club.

La posibilidad de pedir, para ganar tiempo, una suspensión de la sentencia y así seguir negociando no está en absoluto descartada por Alarte y Llorente. «Sería lo más lógico», comentaron fuentes próximas al secretario general de los socialistas.