Acompañando al desarrollo comercial y al asociacionismo vecinal, el barrio de Russafa ha sufrido también una importante transformación urbana. La mayoría de sus calles han sido reasfaltadas, las aceras son mucho más anchas y el aspecto general es mejor que hace un par de años. A ello ha contribuido decisivamente, aunque no exclusivamente, el Plan Zapatero y la decisión municipal de destinar sus fondos a este espacio antes abandonado. Sólo del primer Plan E se han destinado 2.653.585 euros a estos trabajos. El problema es que se ha limitado mucho el número de aparcamientos y eso preocupa a los vecinos.