?

Profesores y alumnos de arquitectura de Japón, Alemania y España se reunen estos días en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) para poner el común formas y maneras de recuperar e integrar en las grandes ciudades barrios que han quedado marginados o degradados, recetas que podrían aplicarse en concreto al barrio del Cabanyal. Los dos referentes mundiales serán el barrio de Ottensen, en Hamburgo, y el barrio de Mukojima, en Tokio, que han sobrevivido o se preparan para sobrevivir al empuje administrativo y especulativo.

Las jornadas comenzaron ayer en la Escuela de Arquitectura de la UPV y durarán hasta el fin de semana. Ya en el primer día de trabajo, los profesores, entre los que están Luis Francisco Herrero García (arquitecto); Toshiya Yamamoto (arquitecto); Eiko Hasegawa (arquitecta); Tomás Rodríguez-Villasante (sociólogo); Miguel Ángel Martínez (sociólogo); Burkhart Springstubbe (arquitecto) y Elizabeth v. Duecker (historiadora), cursaron una visita al barrio del cabanyal para conocerlo de primera mano y tratar de establecer las similitudes y las diferencias con sus "parientes" alemán y japonés.

Según explicó, Tato Herrero, Ottensen es un barrio que ha sido arrinconado por el crecimiento del puerto de Hamburgo y que ha sufrido una fuerte degradación en los últimos años. Como consecuencia de ello la administración local ha programado para esta zona varias infraestructuras que acabarían con la configuración del barrio, lo que provocó un movimiento de resistencia social que después de años de lucha ha conseguido frenar estas intenciones y revitalizar el barrio hasta el punto de convertirlo en uno de los más atractivos de la ciudad.

Por su parte, Mukojima, es un espacio "entre dos ríos" que ha quedado aislado de Tokyo conservando su estructura de casitas de madera y construcciones de obra mínimamente consolidadas. Sobre este barrio no hay una amenaza administrativa, pero cualquier terremoto, muy habituales en la zona, podría acabar con él y dejarlo en manos de los grandes intereses urbanísticos, por lo que los vecinos se han lanzado a darle una relevancia social que impida ese acoso.

Sorprendidos por la degradación

En la visita de ayer, los profesores se mostraron sorprendidos por el nivel de degradación del Cabanyal, sobre todo el alemán Burkhart Springstubbe, que ya había visitado el barrio hace dos años. Según Boris Strzelczyk, arquitecto y guía en esta visita, también mostraron su sorpresa por la falta de ayuda administrativa a un espacio con una gran proyección de futuro, por ejemplo, en el terreno residencial y turístico.

Finalmente, llamó la atención la división del vecindario, puesta de manifiesto en las pancartas de apoyo o rechazo a la prolongación de Blasco Ibáñez. Ambas partes están por la rehabilitación, pero con fórmulas encontradas que dificultan una solución.