La nota que los valencianos dan a su ciudad ha bajado medio punto en el último año y ha irrumpido entre sus preocupaciones, la primera de las cuales es el paro, la corrupción política y la mala gestión del dinero público. Así se desprende del Segundo Infobarómetro de la Ciudad de Valencia, presentado ayer por Alfonso Grau, quien justificó ese leve deterioro de la imagen de Valencia en el incremento del nivel de exigencia de los ciudadanos.

Como nota general, los valencianos le dan un 7 al conjunto de la ciudad (el año anterior un 7,5) y un 6,3 a los barrios (un 6,5 en 2009). El turismo, los mercados y la oferta comercial y de ocio son los apartados mejor valorados, seguidos de los museos, las zonas verdes, el transporte público o los grandes eventos. Con un aprobado justo están la oferta educativa, la seguridad ciudadana y el tráfico y suspenden el ruido, la inmigración, la vivienda, el aparcamiento, la droga y el paro.

El desempleo es también la primera preocupación de los valencianos cuando se les pide que, de manera espontánea, expresen sus tres primeras preocupaciones (68%), seguido muy de lejos por la crisis, la inmigración y los políticos, que siguen perdiendo imagen. La novedad de este apartado es que irrumpen en el octavo y noveno puesto la corrupción política y la mala gestión del dinero público, que antes no aparecían en esta escala de problemas. Y sorprende también que en el décimo lugar aparezca el Cabanyal.

Respecto a la crisis económica, la percepción es que la situación mejorará en 2011. Lo opinan un 41% de los encuestados, 15 puntos más que el año pasado.