El Ayuntamiento de Valencia tiene aparcado en el cajón del servicio municipal de Contratación -posiblemente en espera de ver las prioridades económicas tras los recortes al crédito anunciados por el Gobierno- el proyecto de ampliación y mejora de los itinerarios peatonales y de bicicletas del Jardín del Turia aprobado hace ya más de un año.

El ayuntamiento, que ha gastado miles de euros en forrar de "trencadís" la cubierta del Palau y en desenterrar las ruinas del Palacio del Real, no termina de ver claro uno de los proyectos más reclamados por los usuarios del gran parque urbano. El viejo cauce del Turia, que hace años se salvó gracias a la presión ciudadana de ser una autopista urbana, es un área socialmente sensible en la que se mira con lupa todo lo que suene a meter cemento (o adoquines de carril-bici) o a tocar el conjunto de los puentes y pretiles históricos.

El proyecto de remodelación del Jardín del Turia, que tiene un presupuesto de 1,8 millones de euros, está incluido en el plan Confianza y el objetivo es poner orden en la anarquía circulatoria que existe entre ciclistas y peatones. La nueva ordenanza de Circulación, aprobada en el pleno el pasado viernes, incluye una prohibición genérica de circular con bici por los parques y jardines de la ciudad. La normativa prevé excepciones como el Jardín del Turia, que en unos meses, con la entrada en funcionamiento de las 2.500 bicis del servicio municipal de alquiler será más que nunca un hervidero de ciclistas.

El uso intensivo de la autopista verde que cruza Valencia de punta a punta empieza a generar problemas en especial los fines de semana cuando miles de personas acuden al río y los carritos de bebé acaban mezclados con los ciclistas de forma atropellada. Hay puntos negros como la zona de tierra, pendiente de reordenación, de los puentes históricos de San José y Serranos donde se suelen producir caídas y atropellos de ciclistas a peatones por la mala señalización de la zona y la invasión de espacios de unos y otros.

En el tramo de la Alameda y el Gulliver uno de los más frecuentados por las familias con niños pequeños y los turistas que alquilan los aparatosos cochecitos de paseo de pedales también se producen los fines de semana aglomeraciones.

Un jardín donde mande el peatón

El proyecto de remodelación del Jardín del Turia prevé derivar las bicicletas por los márgenes del jardín y liberar el camino central para los peatones. El arquitecto Camilo Grau, autor del proyecto junto con Alejandro Escribano y Tito Llopis, asegura que "se recupera el espíritu del plan especial del Jardín del Turia".

El arquitecto explica que en este gran parque "el que manda debe ser el peatón". "No se puede convertir en un circuito para bicicletas", apunta Grau La idea de abrir ocho nuevos accesos fomenta la permeabilidad del jardín con la ciudad, recalca Grau. La zona más "abandonada" es la comprendida entre el puente histórico de San José y el de La Peineta. La remodelación va desde el puente 9 d'Octubre hasta la Ciudad de las Ciencias. Con el proyecto se añadirán dos kilómetros de carril-bici a los 8,6 existentes cuyo pavimento se mejora y unifica.