La Asociación de los Niños de la calle de San Vicente celebró ayer su fiesta principal -en la vertiente religiosa- con el tradicional bautizo de un recién nacido en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer. El bebé elegido por la Junta de Gobierno fue la niña Andrea Llorens Ortega, que tras recibir el bautismo, fue ofrecida a la Virgen de los Desamparados en su Basílica.

Pero la pequeña Andrea no fue sola a visitar a la Mare de Déu dels Desemparats. Desde la plaza de San Agustín partió la tradicional Cabalgata, con la participación de numerosos niños y sus familias, entre los que destacaron el padrino y la madrina 2010, Manolo Alpuente y Mª Ampar Velarte, respectivamente, y la Portadora de este año, Noelia Guillén, que demostró grandes dotes cogiendo a la pequeña Andrea. Parecía -según los asistentes- que llevara haciéndolo "toda la vida". La pequeña, por su parte, ni rechistó.

Sin embargo, la fiesta más popular -la procesión conocida de forma coloquial como "la de los niños"- tiene lugar esta tarde, a las 20 horas, desde la iglesia de San Agustín hacia un templete dedicado al santo, ubicado en el número 26-28 de la calle San Vicente. Además, mañana martes, la imagen del santo se llevará hasta el domicilio de la clavariesa mayor, María Lluna Aparisi, donde permanecerá todo el año.

La Asociación de Niños de la calle de San Vicente celebra su fiesta de forma ininterrumpida desde el año 1625 con el fin de "recordar la tradicional procesión que realizaban de forma anual los niños del Colegio Imperial de Niños Huérfanos de San Vicente Ferrer para recaudar limosnas para el abastecimiento del centro".