Dos días. Ese fue el tiempo que transcurrió entre la negativa de la Dirección General de Costas de disparar los fuegos artificiales de la Feria de Julio en la playa de la Malva-rosa (17 de junio) y el visto bueno de la Delegación del Gobierno sobre el mismo espectáculo (15 de junio).

Para la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, las dos resoluciones evidencian "la descoordinación total" y el "desastre" existente en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y añadió que "ya se apañará Costas con él", en referencia a la autorización de la Delegación del Gobierno, que lleva la firma del subdelegado Luis Felipe Martínez. "Entiendo que el que manda es el Gobierno", apuntó la alcaldesa, por lo que ni se planteó la posibilidad de disparar los fuegos artificiales desde otra ubicación que no sea la playa de la Malva-rosa.

Sin embargo, desde la Delegación del Gobierno negaron "descoordinación alguna" y puntualizaron que si existen dos autorizaciones es porque se trata de dos trámites distintos, que cuentan con dos permisos diferentes ya que uno -el de la Delegación del Gobierno- hace referencia "a los mecanismos y características técnicas del disparo y el montaje", y el otro -el de Costas- autoriza o no la ubicación del espectáculo. Las mismas fuentes apuntaron a que el asunto es tan "claro" como que Costas "siempre deniega los permisos para celebrar espectáculos pirotécnicos en la arena de la playa si existe una alternativa. Y en Valencia la hay. Es más, durante dos años los castillos de fuegos artificiales se han disparado desde la zona portuaria". El delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, fue algo más lejos en sus declaraciones y recordó que es la propia alcaldesa Rita Barberá, "quien incide en la necesidad de revitalizar la dársena del puerto", por lo que "carece de sentido que ahora se quiera trasladar el espectáculo -que atrae a vecinos y turistas- a otra parte".

En cuanto a las "contradicciones" entre los dos permisos, desde el Gobierno recalcaron que los técnicos que analizan las características de los disparos "no pueden resolver de forma negativa un espectáculo que cumple con los kilos de pólvora o la distancia del montaje. Pero no valoran la ubicación del espectáculo. Eso le corresponde a Costas".

El puerto "desluce" el espectáculo pirotécnico

El Ayuntamiento de Valencia quiere disparar los castillos de fuegos artificiales desde la arena de la playa de la Malva-rosa porque en el tinglado del puerto "el espigón está a tal distancia que llega antes la luz que el sonido, y este efecto distorsiona y desluce el espectáculo", según explicó el concejal de Fiestas, Félix Crespo. "En la solicitud de autorización ante Delegación del Gobierno se explican todas estas razones", añadió.

Sin embargo, para la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el motivo por el que Costas deniega la celebración del espectáculo pirotécnico en la arena es que "tengo algo que molesta mucho al Gobierno", y -tras mostrar diversas fotografías de castillos disparados en las playas en distintas ciudades- apuntó: "¿Por qué ellos sí y nosotros no?" La alcaldesa, además, recalcó que es el propio ayuntamiento "el que se encarga de limpiar y dejar la playa en condiciones tras los castillos".