El bloqueo total a la concesión de licencias de obra en el Cabanyal decretado por el Ayuntamiento de Valencia ha obligado a algunos vecinos a, por su cuenta y riesgo, iniciar los arreglos sin permiso. Así lo confirmó ayer el arquitecto Vicente Gallart, conocedor de la situación en el barrio marítimo: "Estuve hace dos semanas en una casa con los pilares reventados. También es fácil ver por la calle redes en las fachadas para evitar la caída de cascotes. Incluso tengo clientes que no pueden arreglar desagües". Se trata, explicó, de situaciones inaplazables, como goteras que amenazan con arruinar los muebles, y que ante la imposibilidad de obtener el permiso municipal han llevado a los vecinos a esquivar la legalidad.

La situación se enmarca en la bronca entre el Ayuntamiento de Valencia y el Gobierno central, después de que el Ministerio de Cultura emitió la orden que paralizaba las obras del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Cabanyal. El ayuntamiento, aferrándose a esa medida, ha bloqueado toda iniciativa. Concretamente se han paralizado ocho licencias de reforma y siete de obra nueva. Tampoco se tramitan permisos para la apertura de nuevos negocios. El concejal Alfonso Grau, amparándose en la orden de Cultura, pasó la pelota al Gobierno; la oposición, por su parte, afirmó que se trata de una "venganza" del ayuntamiento contra los vecinos por su oposición a la prolongación de Blasco Ibáñez.

Según denuncian los vecinos, el bloqueo de licencias está generando situaciones contradictorias. "Por un lado, la secretaria de la junta municipal -de distrito- te dice que se pueden pedir las licencias y llevar la documentación; pero luego el concejal Grau dice que la concesión está paralizada", explicaron.

Riesgos de seguridad

Así las cosas, ya se han producido algunas sanciones a vecinos que han tocado sus viviendas sin permiso. Concretamente, un vecino fue multado simplemente por pintar su fachada, algo que hizo tras comprobar que no se daban licencias. Según opina el arquitecto Gallart, con esta postura del ayuntamiento se está "obligando a la gente a actuar con riesgos de seguridad, en obras sin el control de técnicos".