Los vecinos de Pinedo han expresado su indignación por las últimas noticias sobre la empresa pública que gestiona la depuradora sita en esta pedanía de Valencia. Según dicen, Emarsa, de la que ahora se sabe que tiene al menos 9 directivos que cobran más que el presidente del Gobierno, les retiró hace dos años las pequeñas ayudas que daba para las fiestas del pueblo apelando a la crisis económica.

En realidad, los últimos meses no han sido buenos para relación de la depuradora y los vecinos. Después de años soportando los olores de la planta que gestiona todas las aguas residuales del área metropolitana de Valencia, un grupo de vecinos ha decidido denunciar en los juzgados esta situación y reclamar indemnizaciones para las personas directamente afectadas y para el pueblo en general, lo mismo que ocurre con otras instalaciones de riesgo como las grandes presas o las centrales nucleares.

Los nuevos datos internos de la compañía lo que han hecho ha sido indignarlos aún más. Según ha informado el PSPV, nueve directivos de Emarsa cobran más que el presidente del Gobierno y en el año 2009 se contrataron servicios externos por valor de 4,7 millones de euros sin seguir los cauces legales, todo ello en un marco que crisis que ha puesto a la empresa al borde de la quiebra.

Precisamente, su situación económica es lo que hizo que Emarsa retirara hace dos años la pequeña cantidad económica que daba al pueblo para actividades y fiestas, asegura la Asociación de Vecinos de Pinedo, según la cual esa cantidad no superaba los "mil o dos mil euros". "Pero claro -añade su presidente- ahora te enteras de que los directivos ganan más que Zapatero y que se ha despilfarrado el dinero y nos parece cuanto menos inmoral que le quitaran esa pequeña cantidad al pueblo", que la recibía la alcaldía pedánea y luego se repartía entre las entidades municipales.

"Es inmoral, es una tomadura de pelo y se están riendo en nuestra cara", asegura el presidente de la asociación de vecinos y miembro también del colectivo que ha llevado a Emarsa a los juzgados. En su opinión, gastar así el dinero y no ayudar en nada a un pueblo que está "soportando sus olores y mucho más" es "una vergüenza".

Por eso, no han querido dejar pasar la oportunidad sin reiterar sus quejas y pedir mayor sensibilidad con el vecindario.