María del Carmen Fernández , una vecina de Valencia, recibirá 12.000 euros del Ayuntamiento de Valencia en compensación por el ruido y las molestias de un casal fallero. Así lo establece una sentencia del 9 de julio del juzgado de lo contencioso número 2 de Valencia.

La denunciante compró hace años un piso en calle Baja del Mar, de Nazaret, en el mismo edificio en que se encontraba un casal fallero. "Yo sabía que había un local, pero no le di importancia porque no me imaginaba los problemas que me iba a causar", explica la vecina que se mudó a la casa justo cuando nació su hija.

Desde 2001 presentaron numerosos escritos de denuncia ante el ayuntamiento porque el casal se utiliza todo el año para eventos y discoteca. En octubre de 2003, el ayuntamiento les comunicó que el local carecía de licencia para realizar tales actividades.

El único que prestó atención a la familia fue el Síndic de Greuges, al que enviaron 15 escritos de queja, declaró Alejandro Estrems, el abogado de la denunciante.

En marzo de 2010, el juez dio la razón a la familia y obligó a la comisión fallera a insonorizar el local. Pese al fallo, el casal no tomó medidas y ahora los denunciantes han pedido la ejecución de sentencia.

La sentencia del 9 de julio obliga al ayuntamiento abonar a la denunciante "una compensación económica por daños y perjuicios, como consecuencia de inactividad de la administración". El consistorio tendrá que pagar 12.000 euros a la denunciante cuyas quejas ignoró durante nueve años. "Lo más sorprendente -según expone el abogado-es que desde el día que dictaminó, hasta hoy, el ayuntamiento no ha tomado medidas" respecto al local.

La maraña de la JCF

"Hemos desmontado la maraña de corporativismo de la Junta Central Fallera, que es a quienes hemos mandado nuestras demandas sin obtener respuestas, y cabe recordar que es un organismo que depende del concejo", explicó Estrems. Según el abogado, "mi cliente ha hecho todo lo posible, intentando una solución con el local por todos los medios hasta que se ha visto obligada a recurrir a los juzgados. Los de esta falla se creían intocables pero ahora tenemos una sentencia contra ellos", remachó el letrado.