La Junta de Gobierno Local aprobó ayer las medidas cautelares que se implantarán en la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) del barrio del Carmen, entre las que no está la reducción del horario de las terrazas, principal caballo de batalla de los locales. Esa medida, sin embargo, sí figura en las medidas que se implantarán cuando finalice este primera fase de evaluación. Concretamente se reducirá su horario media hora, de las 1.30 horas a la 1 en verano.

La escasa repercusión de la ZAS del Carmen en las terrazas ha sido una sorpresa. Esta misma semana un grupo de locales que daba por hecho el recorte de una hora en sus horarios se había rebelado contra la Federación de Hostelería y contra el ayuntamiento argumentando el amplio interés que demostraban por las terrazas de los chiringuitos de la playa y el escaso apoyo que les estaban dando a ellos. Probablemente esta crítica haya terminado haciendo efecto, consideran algunos hosteleros.

De momento, en las medidas cautelares se incluye el corte selectivo del tráfico y la posibilidad de implantar la "zona naranja" para residentes; la no concesión de nuevas licencias; limitación horaria de las tiendas de conveniencia; prohibición de actividades en la calle o el aumento de la presencia policial.

Excepto esta última medida, que será de aplicación inmediata, el resto se pondrán en marcha probablemente en el mes de septiembre, después de superar todos los trámites legales. Luego, según la Federación de Hostelería, deberá pasar un tiempo de evaluación en el que se harán nuevas mediciones de ruido para finalmente implantar unas medidas definitivas que garanticen la reducción del ruido y cumplan con el mandato judicial.

Los vecinos desconfían

Aunque esas medidas se tomarán sobre la marcha, ya se barajan cinco como definitivas y una de ellas es, entonces sí, la reducción de media hora en el horario de las terrazas. También se reducirá el horario de otras actividades (tiendas, verbenas etc.); se agilizará el protocolo sancionador; no se darán nuevas licencias; y se formará a la policía local en contaminación acústica.

Para los hosteleros, estas medidas son fruto de una negociación muy dura y piden la adhesión de todos los locales, consumidores y vecinos. Pero éstos últimos dudan. Antoni Cassola, presidente de Amics del Carme, cree que son "medidas tibias y ambiguas" que deberían estar aplicándose sin necesidad de ZAS. Aunque hay reducción de horarios concretos, cree que se necesitan "medidas claras y directas". "Estas medidas nos han dejado fríos. Dudo que vayan a resolver el problema", dice.