Valencia ha conseguido por méritos propios colarse entre los destinos emergentes del turismo rosa, pero aún tiene mucho camino por recorrer para ser considerada una ciudad "gayfriendly", anglicismo que se utiliza para identificar los lugares de acogida de la comunidad gay. El motivo es la falta de apoyo de los poderes públicos, según apuntan los organizadores de eventos lúdicos, culturales y de negocios dirigidos al público homosexual.

El mercado del turismo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) lo forman sólo en España entre 3 y 4 millones de personas con un poder adquisitivo medio-alto. Ciudades, como Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao, empiezan a pugnar por captar a este público independientemente de su color político. Todas ellas compiten con las mecas tradicionales del "sol y playa" del mercado LGTB (Sitges, Ibiza, Canarias y Torremolinos).

Actitud "carca y rancia"

La Comunitat Valenciana "tiene muchos atractivos, pero organizar eventos dirigidos al colectivo gay es más difícil allí que en Andalucía, Madrid o Barcelona", asegura Javier Checa, director de la Feria Internacional de los Negocios y el Turismo Gay (Expogay), que se celebrará los días 15, 16 y 17 en Torremolinos. "Valencia está entre los destinos gay, pero no se potencia". El problema, añade Checa, es la actitud "carca y rancia" que mantiene el partido gobernante (PP) y que no se da en otras ciudades como Madrid, cuyo alcalde, Alberto Ruiz Gallardón -compañero de filas de Rita Barberá- no dudó en irse a Chueca a pedir el voto rosa.

En Valencia, "sorprende que Rita Barberá, que tiene muchísimo tirón popular, no abandere las propuestas del colectivo gay", remacha el director de la feria gay de Torremolinos. Otras ciudades, como Zamora, que tienen una alcaldesa del PP, no han dudado en convertirse en ciudad "gayfriendly". "Tenemos ayuntamientos muy dispuestos", apunta Checa, pero la Comunidad Valenciana "es muy dura".

"No hay una apuesta seria por este tipo de turismo" -corrobora Ximo Cádiz, un veterano del activismo gay en Valencia-. "Toda una torpeza porque es un sector turístico emergente" que se verá potenciado con la llegada del AVE a finales de año y al que no se debería dar la espalda y menos en tiempos de crisis.

Este diario intentó saber si el ayuntamiento está al tanto de que Valencia está considerada un destino gay emergente y si van a tomar medidas para aprovechar el filón económico. El alcalde en funciones de Valencia, Miquel Domínguez, no ha respondido.

Ferias, guías y festivales

Conscientes del peso cada vez mayor del público gay en la economía, en sectores que van desde la moda, la restauración, el deporte y los viajes hasta la estética, las instituciones se vuelcan en la celebración de eventos multitudinarios como el Salón Internacional de Turismo de Cataluña. En Barcelona el turista "rosa" representa el 6% del total.

El Ayuntamiento de Sevilla ha editado guías de viaje específicas con referencia a locales de ambiente, alojamientos y tiendas de moda para el colectivo LGTB.

En Madrid, el día del Orgullo Gay se ha alargado a lo largo de toda una semana con objeto de estirar la rentabilidad de un acontecimiento que cada vez es más negocio y menos reivindicación y que este año reunió en la capital española a cientos de miles de personas. En Valencia, se dieron cita 8.000 personas, una cifra muy alejada de las de Madrid o Barcelona.

Benidorm también se ha situado como destino emergente, sin embargo, el ayuntamiento no termina de implicarse. Checa explica que hace unos meses pidieron apoyo institucional al consistorio benidormí para organizar un campeonato de baile. Tras varias semanas de silencio, el alcalde acabó rechazando el ofrecimiento. El campeonato se celebró en julio en Madrid. "Fue todo un éxito", asevera Checa.

Gasto medio de 130 euros

Según un estudio del Instituto de Turismo de España (Turespaña) el turista LGTB gasta una media de 130 euros al día frente a los 80 euros de media del turista heterosexual. No es que sean más ricos es que gastan más porque tienen menos cargas familiares, apunta el estudio.

Los turistas gays gastan más en sus viajes, consumen más ocio nocturno, moda, tecnología y tratamientos estéticos y para la salud. El 61% de los turistas homosexuales buscan "relajarse por completo en sus días libres" (61%) mientras que un 45% busca un alojamiento de alto nivel y experimentar la gastronomía y la cultural del país.

Por comunidades autónomas, entre un 15 y un 30% de los gays extranjeros que visitan España se concentra en Cataluña; entre un 5 y un 15% se reparte en Andalucía, la Comunitat Valenciana y Madrid; y menos del 5% visita el resto del país. Los principales países emisores de turismo gay a España son Reino Unido, Estados Unidos y Alemania.

Se calcula que en todo el mundo hay 980 millones de gays. Dicen que si todos ellos se juntaran en un mismo país serían la quinta potencia económica, por detrás de Reino Unido. "Hay una potencia gay que existe y que es real y que está dando los frutos". "Por eso -remacha el director de Expogay- hay tantas ciudades que se están apuntando al carro".

Trabas administrativas

En Valencia, "cada vez es más complicado organizar actividades y eventos dirigidos al público gay, no por la gente de la ciudad, que sí responde, sino por las instituciones que ponen muchos obstáculos", apunta un responsable de la organización del Día del Orgullo Gay. "Aquí cualquier iniciativa nuestra se pone en cuestión mientras para la Fórmula 1 o la Copa del América todo son facilidades", añade. "No sólo es que no exista apoyo institucional es que ponen obstáculos", apuntan fuentes de Lambda. Este año, para la celebración del Día del Orgullo Gay, el ayuntamiento que preside Rita Barberá (PP) "no confirmó hasta el último momento el permiso para la plaza de Viriato", donde se celebró la fiesta reivindicativa por la igualdad de derechos de gays y lesbianas.

Cierre de locales de ambiente en el Carmen

En el Carmen, el barrio gay por excelencia de Valencia, hay menos locales de ambiente que hace unos años. El enfrentamiento entre vecinos y hosteleros por el ruido está en el origen de los cierres pero lo que subyace es una mala gestión política del problema, apunta Ximo Cádiz. "No vamos a decir que la administración es homófoba pero sí que es impermeable" al colectivo LGTB.