El Gobierno valenciano ha vuelto a solicitar una reunión con el Gobierno central para antes del próximo 16 de octubre -fecha en la que catorce chiringuitos del paseo marítimo de Valencia deben reducir sus terrazas a 50 metros- con el fin de intentar llegar a un consenso en la aplicación de la ley de Costas. Así lo explicó ayer el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, tras reunirse, junto a la consellera de Turismo, Belén Juste, con la Comisión de Turismo de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y obtener el apoyo unánime de este órgano.

Castellano recordó que la postura del Consell es pedir una moratoria en la reducción de la vigencia de las concesiones hasta que se alcance una solución "política", porque "a mitad del partido no se pueden cambiar las reglas del juego".

Además, insistió en que la Ley de Costas se aplique de la misma forma en toda la Comunitat Valenciana, y que no haya una negociación puntual playa por playa o local por local directamente con los propietarios, y en que se transfieran a la Generalitat las competencias sobre concesiones y autorizaciones de estos locales.

Para el conseller, "lo mínimo es hablar entre gobiernos", por lo que lamentó que no hayan recibido todavía respuesta a la carta que remitió la Generalitat hace unos días tanto al ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, como a la titular de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, para reunirse antes del 16 de octubre.

Castellano ha asegurado que con "buena voluntad" es posible lograr un acuerdo, y dijo que en caso de que no sea así no descartan "ningún tipo de medida jurídica o de otro tipo".

El Gobierno habla de boicot

Por su parte, Belén Juste declaró que si no les contestan a la petición de reunión irán ellos; lamentó que no hayan podido reunirse ni siquiera con la directora general de Costas, y consideró que la política del Gobierno central con los chiringuitos perjudica al empleo en la Comunitat.

De parte de la administración central, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, acusó ayer a la Generalitat de pretender "boicotear y reventar" los acuerdos que se puedan alcanzar con los hosteleros para solucionar el problema que existe con las terrazas de los chiringuitos. Y con esa voluntad , dijo,"difícilmente puede haber acuerdos".

Peralta insistió en que desde el Gobierno central están actuando "de común acuerdo con los interesados para poner soluciones" y en este sentido se ha referido al caso de Alicante, donde se han concedido cinco licencias nuevas "que acreditan que queremos seguir contando con los chiringuitos".