Ni son modelos ni deben serlo. Este es el mensaje que lanzaron ayer diversos representantes del mundo fallero tras desvelarse que la mitad de las aspirantes de la corte de honor prefieren no optar al trono por el coste económico que les supondría salir elegida fallera mayor de Valencia.

Ostentar el cargo acarrea un gasto innegable. Sin embargo, éste se debe adecuar a las posibilidades de la que resulte elegida ya que, de lo contrario, "solo podrían aspirar al reinado las chicas de familias adineradas, y eso es falso. Cualquier valenciana puede ser la máxima representante de las fallas". El secreto está en agudizar el ingenio.

Eso sí. Todos coincidieron en afirmar que la fallera mayor de Valencia, como espejo del resto de valencianas, "debe ir impecable". La reina de las fiestas no se puede permitirse el lujo de ir mal a un acto, ni vestida de particular ni con el traje de valenciana. Sin embargo, eso no significa "que se gaste un dineral en los vestidos".

Para la presidenta de la Federación de Fallas de la Sección Especial, Laura Cano, "la ilusión de las chicas por ser elegida fallera mayor de Valencia no puede romperse por el coste económico que pueda acarrear el cargo. A nadie que tenga ilusión le tira el dinero para atrás, a no ser, claro, que la situación económica sea verdaderamente dramática. Todo se puede amoldar. Ese, además, debe ser el objetivo. No hay que tener muchos trajes para ser fallera mayor. De hecho, es más importante la calidad que la cantidad". Es más, la representes de las Fallas de Especial apuntó a que la corte de honor "no es un desfile de modelos. Nadie les pide que lo sean".

Laura Cano sabe bien de lo que habla ya que su hija fue fallera mayor infantil, en 2004. Por ello, aseguró que, la clave es tener "un poco de imaginación". "Cada una de las chicas que está en la corte de honor ya tiene, al menos, dos o tres trajes tras haber sido la representante de su comisión. El ayuntamiento les regala otro. Bueno, en el caso de la fallera mayor, dos. En mi opinión, la reina de las fiestas de Valencia puede pasar el ejercicio con 6 u 8 trajes. Se pueden combinar corpiños y hacer conjuntos... y luego están las casas de indumentaria, que siempre hacen regalos. Que estén tranquilas. El gasto es el que cada uno decida. Nadie va a contarles los trajes que llevan".

El presidente de Interagrupación de fallas, Daniel Buj, se mostró de la mismo opinión que Cano, aunque se negó a que la fallera mayor de Valencia "se convierta en algo parecido a un escaparate publicitario". "No importa los trajes que tengan. Lo importante son ellas, la figura que representan. Eso es suficiente. Todas van muy guapas. De particular y con el traje de valenciana. Cada una debe adecuar el gasto a su economía. El fallero de pie es generoso y jamás las va a criticar por eso. Están en el punto de mira, pero porque son lo más de las fiestas y todos las miran", añadió.

Elena Muñoz Carpi - Fallera mayor de Valencia 1996

Para Elena Muñoz, fallera mayor de Valencia 1996, querer es poder. La joven asegura que, en los años 90, "el ayuntamiento no regalaba ningún traje y yo opté al cargo sin problemas, y eso que vengo de una familia humilde. Cuando tienes devoción, cuando una cosa te hace mucha ilusión... nada te para. Es como tener un hobby como el motociclismo o ir a esquiar. Se trata de adaptar tu "afición" a cada bolsillo. Es cierto que haces un esfuerzo económico, pero el mundo fallero no te juzga por eso. Valen más otras cosas". Además, Elena puntualizó que en su época, "nos dijeron que las trece candidatas optábamos al cargo. No había vuelta de hoja. Nadie nos preguntó nada y todas estábamos muy ilusionadas".

Sara Martín - Fallera mayor de valencia 2002

Sara Martín fue la segunda elegida a la que el ayuntamiento obsequió con el "espolín" fallera mayor de Valencia. La joven asegura que le hizo "mucha ilusión" y que supuso "un alivio económico que siempre es de agradecer". La joven, además, recalcó que el Ayuntamiento les presta un aderezo que "aunque luego tenemos que devolver también ayuda a la hora de compaginar los trajes". Y es que el aderezo es patrimonio municipal del Ayuntamiento de Valencia. La joven recordó que el año de su reinado "realizábamos muchos actos vestidas de particular, incluidas las preselecciones. Hoy en día la gran mayoría de actos son con el traje de valencianas". Sara también destacó la labor de los indumentaristas que "al principio, ofrecen sus productos. Luego, tu puedes cogerlos, o no".

Y ahora optan todas

Después que el tema alcanzara trascendencia hasta de ámbito nacional, la Junta Central Fallera emitió ayer un comunicado en el que los miembros del jurado y las candidatas aseguraban que las trece jóvenes seguían optando al trono y que ninguna se iba a retirar por motivos económico o de otra naturaleza.