El Ayuntamiento de Valencia aprovechará la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia, que prevé la recalificará 481 hectáreas de huerta protegida, para hacer otras recalificaciones puntuales en el casco urbano y dar salida de una tacada a pequeños solares urbanizables de la ciudad que se han quedado aislados por falta de interés de los promotores. La fórmula para hacerlos más atractivos a ojos de las constructoras será recalificar y aumentar su edificabilidad residencial en detrimento normalmente de parcelas vecinas reservadas a uso dotacional, educativo y espacios verdes.

Se trata de trece unidades de ejecución ubicadas en suelo urbano consolidado de Campanar, Tendetes, Malilla, Orriols y el entorno del Camino de Moncada y San Miguel de los Reyes. Con estas modificaciones de las unidades de ejecución se podrán construir unas 2.000 viviendas más, que se añaden a las 30.000 que está previsto construir en la huerta que se recalifique en la revisión del plan. El nuevo planeamiento diseñado por el gobierno de Rita Barberá da un nuevo bocado de 481 hectáreas a la huerta.

En el antiguo Camino de Moncada, la revisión del PGOU prevé recalificar varias parcelas -ocupadas por viviendas ruinosas- que en 1988 se reservaron para un nuevo colegio y una zona verde para hacer 160 nuevas viviendas, sobre las 25 previstas inicialmente. Casi siete veces más. Las parcelas destinadas a jardines y colegios se reducen a la mínima expresión y en su lugar aparecerán torres de entre 6 y 10 alturas.

El suelo escolar previsto inicialmente (9.000 metros cuadrados) permitía hacer un colegio de dos líneas o un instituto pero a reducirse a 5.298 m2 por debajo del parámetro de 5.500 m2 que la Generalitat exige para colegios de una línea. La zona verde original queda fragmentada por las torres de viviendas que se proyectan en la revisión del PGOU.

En las fichas de las nuevas unidades de ejecución en suelo urbano no figura en qué zona de la ciudad se compensa el suelo dotacional que desaparece, tal como marca la Ley Urbanística Valenciana.

Otro de los ámbitos donde se recurre al aumento de densidad edificatoria para financiar la eliminación de tapones urbanísticos está en el entorno de San Miguel de los Reyes, una de las zonas de huerta de máxima protección previstas en la revisión del PGOU.

Se trata de una unidad de ejecución ubicada enfrente del monasterio protegido y sede de la Biblioteca Valenciana donde la edificabilidad casi se duplica. De este modo, el ayuntamiento hace más rentable una unidad con elevadas cargas porque hay que derribar un edificio moderno fuera de ordenación y realojar a los vecinos. De los 27.790 m2 (86 viviendas) previstos inicialmente frente a San Miguel de los Reyes se pasa a 40.498m2 (327 viviendas). Se podrán construir doce fincas de cinco plantas.

Las trece unidades de ejecución que se modifican forman parte de la revisión del PGOU que está en fase de exposición al público en la página web del ayuntamiento y en el edificio de la Tabacalera.

Más de 200 modificaciones

El gobierno municipal del Partido Popular ha aprobado más de 200 modificaciones puntuales del Plan General de Ordenación Urbana que han hecho posibles, entre otras, la construcción de viviendas de alta gama en el entorno del edificio de la Tabacalera o la permuta del solar del nuevo campo del Valencia, en la avenida Corts Valencianes.

El incremento de edificabilidad en estas parcelas a costa de consumir suelo para equipamientos es una vuelta al concepto de urbanismo desarrollista de los años 60 con mucha densidad de edificios y pocas zonas verdes y dotacionales, advierte el grupo municipal socialista.