El alcalde socialista de Picanya, Josep Almenar, anunció ayer por sorpresa que el Gobierno ha decidido la "paralización" de la construcción de un Centro de Inserción Social (CIS), que proyectaba en el término de Valencia, en el límite con su municipio y el vecino de Paiporta. El mandatario aseguró ayer en un comunicado oficial del ayuntamiento que "el intenso trabajo de negociación realizado" por él "ante los organismos competentes" era la causa de que se haya descartado construir este recurso penitenciario en la partida del Safranar.

A preguntas de Levante-EMV, Josep Almenar aseguró haber recibido una confirmación extraoficial "de fuentes oficiales". Además, el mandatario socialista apuntó que la causa no era tanto el rechazo social que el proyecto ha generado en Paiporta sino "la convicción de que este tipo de recurso tiene que estar ubicado en el centro de la ciudad, como está en otros sitios, no apartado".

"Lamentablemente, una vez más, este municipio ha tenido que asistir al bochornoso espectáculo de pancartas y búsqueda de rédito electoral al que, de nuevo, ha acudido el Partido Popular de Paiporta y, a sus órdenes, el PP de Picanya", dijo Almenar.

La información no fue ayer ni confirmada ni desmentida por la Delegación del Gobierno, ni tampoco por Instituciones Penitenciarias. En los días anteriores, el propio delegado del Gobierno remarcó que el centro se iba a construir porque era necesario.

Tractores y carros contra el centro

La movilización contra el Centro de Inserción Social (CIS) vivió ayer un nuevo episodio. A las 12 de la mañana arrancaba la marcha convocada por el gobierno municipal de Paiporta desde el auditorio, situado a unos 200 metros del lugar elegido para la ubicación del CIS, en unos terrenos del termino de València colindantes con este municipio y Picanya. A la marcha asistieron unas 250 personas según la policía local y unos 60 vehículos (carros de caballos y tractores incluidos) que abrían la manifestación. La mayoría de los asistentes eran de Paiporta aunque también participaron unos 10 coches de Picanya que se mostraban a favor de la reinserción pero temían un aumento de la inseguridad ciudadana a raíz de la ubicación del CIS cerca del municipio y criticaban que no se haya consensuado la decisión con los vecinos. El alcalde de Paiporta, Vicente Ibor, que realizó el trayecto en el carro que abría la marcha, calificó el proyecto de "barbaridad", responsabilizó al Gobierno central de la ubicación del centro y propuso como alternativa ampliar el actual CIS de Picassent.