?

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado por el Ayuntamiento de Valencia y expuesto a información pública en el edificio de Tabacalera ha revolucionado la pedanía de Poble Nou. El equipo de gobierno municipal ha atendido la reivindicación histórica de los vecinos de sacar la carretera (Camino de Moncada) fuera del pueblo, pero la alternativa que propone, una vía justo por fuera de las casas, no le gusta a una gran mayoría, ya que puede agravar los problemas de inundaciones y aislar a una veintena de familias.

Según la alcaldesa pedánea, Ana Albert, en los próximos días se reunirá con el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, para que le explique con detalle el futuro Plan General. Según dice, los vecinos llevan años pidiendo que se saque el tráfico del pueblo y este proyecto responde a esa petición histórica, pero quiere tener todos los datos al respecto.

Y es que en el pueblo no lo tienen claro. Manolo, que vive justo a la entrada, recuerda que por esta carretera pasan entre sesenta y setenta mil coches diarios, provocando grandes atascos en hora punta e incluso accidentes o atropellos. No le parece mal, por tanto, que saquen el tráfico fuera.

Tampoco los hortelanos, los más perjudicados por las expropiaciones, parecen estar muy afectados. "La huerta está muy mal, la gente vive porque va vendiendo lo que tiene. El problema es que cuando expropian no pagan ni la quinta parte de lo que vale, aunque si luego les dejan construir igual también salen beneficiados", explica Salvador.

Incluso Vicenta y Enrique apoyan el traslado. Los negocios de la carretera actual no se van a ver afectados. Al bar donde los localizamos, el único de Poble Nou, sólo va la gente del pueblo y además ahora estarán más tranquilos, sin complicaciones de aparcamiento, dicen.

El problema, por tanto, no es el traslado de la carretera, que todo el mundo apoya, el problema es la alternativa. De hecho, la Asociación de Vecinos de Poble Nou tiene previsto presentar alegaciones con las propuestas locales.

Integrantes de esta asociación aseguran que si la calzada va pegada al pueblo formará una barrera que aumentará el riesgo de inundaciones y dejará a una veintena de alquerías aisladas al otro lado de la vía.

Su propuesta, por tanto, es que el trazado se lleve por el camino de Carpesa hasta pasar el pueblo y luego vuelva hasta la carretera vieja una vez superado el casco urbano y el depósito de la grúa, al que, de paso, daría servicio. En resumen, quieren quitar el tráfico pero llevarlo más separado del pueblo para no provocar inundaciones ni aislar a nadie.

Suelo urbanizable para los hijos del pueblo

La nueva carretera tampoco gusta a gran parte de los vecinos porque no resuelve el problema urbano del pueblo. En el PGOU se contemplan 6.000 metros de suelo urbanizable que, según Ana Albert, resuelven el problema de construcción y demográfico, ya que hasta ahora los jóvenes tienen que irse a las pedanías cercanas porque no tienen donde hacerse una casa. Los vecinos, que aseguran que ese suelo urbanizable ya está en el actual PGOU, comparten esta idea, pero aseguran que la futura carretera seguirá obligando al pueblo a crecer de forma lineal en torno a esta vía y no de una forma homogénea y concentrada. Su propuesta de trazado resolvería también ese problema.