La Policía Local de Valencia ha empezado a repartir por las calles repartiendo dípticos informativos a los usuarios de bicicletas y motocicletas, los más afectados por los cambios introducidos en la nueva ordenanza de circulación.

Fuentes de la Policía Local declararon a este diario que la campaña se lleva a cabo para "sensibilizar" y "evitar sancionar mucho" a los ciclistas y motoristas, ya que se multan acciones que hasta ahora tanto ciclistas como motoristas realizaban con total normalidad.

En la nueva ordenanza, por ejemplo, se recoge que "durante el recorrido, en ausencia total o parcial de carriles o vías señalizadas,-las bicicletas- lo harán por la calzada, en el sentido de circulación permitido por la señalización existente". Éste es uno de los puntos más sensibles del texto, ya que la protesta más frecuente por parte de los ciclistas de la ciudad es la falta de kilómetros de carril bici. En este sentido, las mismas fuentes de la Policía afirman que existen "130 kilómetros de itinerarios ciclistas, todos ellos conectados entre sí de forma cómoda no sólo en las grandes vías sino en los propios barrios de la ciudad".

El díptico explica también que está prohibida la circulación de bicis por las aceras y los jardines públicos a no ser que esté expresamente autorizado, como por ejemplo en el Jardín del Turia. Esta norma obliga además a llevar una prenda reflectante por la noche que el ciclista pueda ser visto a más de 150 metros de distancia, y también luces y timbres homologados.

Prohibido atar bicis a las farolas

Ni las motos ni las bicis pueden ser atadas a las farolas del alumbrado público, según el díptico. El problema del aparcamiento reaparece de nuevo con esta ordenanza, que prohíbe a las motos "estacionar en calles peatonales, junto a fachadas y en ningún caso obstaculizarán puertas, ventanas o escaparates".

Al igual que las bicis, las motos tampoco "podrán ser encadenadas a farolas, árboles o cualquier otro elemento ornamental, y sobre las aceras se podrá estacionar de forma paralela al bordillo en aquellas que cumplan una anchura mínima de tres metros y en batería de forma oblicua a la acera en las que tengan una anchura mínima de seis metros". En el caso de las bicis, la ordenanza estipula que "en el caso de que se encontraran todas las plazas de aparcamiento ocupadas o que no existan aparcamientos para bicicletas a una distancia menor de 50 metros, éstas se podrán atar a elementos del mobiliario urbano", a excepción de las farolas públicas, a las que se deberán fijar con un dispositivo metálico recubierto de plástico parea no dañarlas.

La Concejalía de Transportes, sin embargo, no ha informado de cuántos aparcamientos de bicis o motos dispone la ciudad ni dónde se encuentran. Este hecho, la carencia de aparcamientos, es uno de los que más preocupan a los ciclistas de la ciudad.

Los agentes de la Policía pe barrio y la unidad de tráfico serán los encargados de repartir cerca de 70.000 dípticos durante las próximas semanas.