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El Ayuntamiento de Valencia ha impuesto la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) del Carmen después de permitir la degradación de la situación durante años y verse forzado por una sentencia judicial. La ha impuesto, además, pese a que el ruido ocupa el puesto número 11 entre los vecinos (13,6%) y hay otros problemas mucho más importantes para ellos como el aparcamiento, la suciedad o las zonas verdes. Esto es al menos lo que opina el PSPV después de estudiar las preocupaciones del barrio. Para los socialistas, el ayuntamiento se despreocupa de los problemas de la gente y luego impone medidas radicales, nada prioritarias y poco acordes con los tiempos, como por ejemplo la ZAS.

La crítica de los socialistas tiene como base una encuesta realizada a residentes, trabajadores y visitantes del Carmen dentro de su iniciativa "Valencia centro". Según esta encuesta, el principal problema de los vecinos es el aparcamiento, seguido de la suciedad, las zonas verdes, las viviendas en mal estado o el tráfico. Hasta 51 problemas distintos citan, siendo el ocio nocturno el octavo y el ruido el undécimo.

Si se pulsa la opinión por zonas, en El Carmen preocupa el aparcamiento, la suciedad, las zonas verdes, la gestión municipal y el ocio nocturno; en Seu-Xerea coinciden en los tres primeros problemas y añaden la falta de comercios y el tráfico; en Sant Francesc empiezan con las zonas verdes y siguen con el aparcamiento, el tráfico, el ruido y la falta de comercios; y en Velluters empiezan con el aparcamiento y siguen con la prostitución, la suciedad, las drogas y el mal estado de las viviendas.

El ruido figura en el octavo lugar de los problemas de El Carmen; en el duodécimo puesto en Seu-Xerea; el cuarto en Sant Francesc; y el decimoquinto en Velluters, sin embargo éste es, a juicio del PSPV, "el único problema que ha abordado el Ayuntamiento en el último año y después de que se viera obligado por una sentencia judicial".

Carlos González Triviño, coordinador del programa electoral del Partido Socialista para la ciudad de Valencia, cree que hay que implantar una metodología más innovadora para gestionar los problemas de la ciudad y no estar en la "autocomplacencia permanente" del Gobierno municipal.

"Los ciudadanos perciben el entorno como manifiestamente mejorable y enumeran más de cincuenta problemas en la zona", dice Triviño. Sin embargo, el Ayuntamiento trabaja casi exclusivamente en la ZAS, "solución maximalista que ya está superada". "En vez de intervenir, dejan que los problemas crezcan y al final, cuando la situación es insostenible, declaran la Zona Acústicamente Saturada", explica Triviño, quien asegura que "se ha llegado a esta situación después de muchos años de denuncia y al final se ha cortado por lo sano".

Existen soluciones

Para el PSPV, "el problema del ruido y el ocio nocturno existe, pero también existen soluciones si se ejercen las competencias". "No hay una política urbanística para Ciutat vella, no hay rehabilitación, la política de licencias no es la adecuada, hay una absoluta falta de coordinación de las concejalías de movilidad, licencias, urbanismo o policía, y así los problemas no se resuelven jamás", dice.

Para los socialistas, la fórmula es analizar los problemas y luego sentarse a hablar con los afectados. Ellos, por su parte, ya han empezado a trabajar con mesas de participación y tienen previsto seguir haciéndolo con mesas monográficas sobre economía o movilidad. Otra forma de hacer las cosas, dicen.