Los cambios urbanos que han afectado a Valencia en los últimos años están provocando alteraciones severas en las poblaciones de aves que habitan los parques de la ciudad, con grandes damnificados como el gorrión común, cuya población ha descendido un 70% en la última década.

Los trabajos realizados desde 1998 por el ornitólogo Enrique Murgui, han hecho que Valencia sea una de las ciudades cuya avifauna se encuentra más y mejor documentada. Murgui tiene en prensa un artículo sobre las tendencias poblacionales observadas en los parques urbanos de Valencia. Lamenta el escaso interés que suscita este tipo de trabajos y pone como ejemplo que en la evaluación del diseño del Parque Central no hubiera un experto para incorporar las variables biológicas.

Basándose en censos realizados en 24 cuadrículas urbanas de Valencia que suman más de 50 hectáreas, sus estudios confirman el espectacular declive del gorrión y el avión común, así como de otras especies que necesitan para alimentarse o reproducirse los recursos situados en la periferia de la ciudad.

"En general -apunta Murgui-el declive se ha producido en especies que utilizan tanto los parques como el entorno circundante- huerta y solares- probablemente como consecuencia de la destrucción de estos hábitats en la periferia, mientras que el aumento correspondió a las especies forestales, seguramente como resultado del crecimiento del arbolado en los parques".

Hace unos años, Enrique Murgui ya advertía de "la elevada importancia conservacionista" de lugares como las inmediaciones de las pedanías de Poble Nou, Borbotó, Carpesa, Benifaraig o Massarrojos que constituyen, junto al cauce nuevo del Turia, "verdaderos paraísos de biodiversidad".

Otras zonas de "elevado interés" como la desembocadura del Turia y los solares adyacentes ya han desaparecido.

La especie más damnificada por estos cambios es sin duda el gorrión, que en 1998 era el pájaro mas abundante en el municipio de Valencia y en sus parques urbanos. Sin embargo, partir de esa fecha se aprecia un declive, primero lento y acelerado al final, que ha terminado con un descenso estimado del 70%.

Además de los cambios urbanos, podrían existir otras razones para este declive que se produce también en otras ciudades europeas. Se apuntan algunas como un descenso de la comida disponible en las calles o una merma del éxito reproductor en la especie.

Otra especie netamente urbana que también ha bajado mucho es el Avión común. "La pintura utilizada en las fachadas y restauración en numerosos edificios ha provocado la destrucción de sus nidos y un descenso en sus poblaciones que alcanza el 50%", apunta.

Por el contrario, los cambios han traído a la Curruca cabecinegra a partir de 2002 y al Mito a partir de 2005, mientras aparecen cada vez con mayor frecuencia otras aves como el cernícalo y más recientemente la gaviota patiamarilla. No hay una foto fija sino una evolución permanente. "Si hace unos años me dicen que habría más currucas que gorriones no lo habría creído" apuntó el experto.