El título de la noche más célebre de las Fallas, para el gran público, se lo disputarían, sin duda la Nit del Foc o "la nit de la cremà". Es más desconocida, pero tiene su público la "nit del socarrat". Cada año concentra a setecientas u ochocientas personas en la Plaça de Manises. Son los invitados vip de los diputados provinciales y del presidente de la diputación a la tradicional cita con las paellas, un clásico fallero que, sin embargo, ha ido cambiando su espíritu -"degenerando", según el PSPV- para pasar de un acto de confraternización entre diputados e invitados, especialmente concejales, que se elaboraban sus paellas -la diputación aportaba pollo, conejo, arroz, aceite y leña- a una comida organizada en la que los comensales se sientan a esperar que cocineros profesionales contratados sirvan las raciones de paella.

Los invitados comen y beben y el público, valenciano o foráneos de visita turística, mira desde detrás de la valla. En los últimos años el desequilibrio entre el número de participantes y el de voyeurs del grano de arroz se ha acentuado al celebrarse la fiesta en sábado. Pasado mañana. El portavoz socialista, Rafael Rubio, anunció ayer que si no cambia el acto este año los socialistas no acudirán. A la pregunta de por qué no cayeron antes en la cuenta, Rubio advirtió que las circunstancias de la crisis imponen otras formas de actuar y, además, apuntó que en origen "esto era un concurso de paellas como los que se hacen en los pueblos y ha perdido su razón de ser". "Es una vergüenza organizar una fiesta privada, en pleno centro de Valencia, pagada con dinero público mientras la gente mira por detrás de las vallas", agregó. "No es difícil imaginarse lo que pensará la gente de esta institución, si en un momento como el actual se permite reducir presupuestos de otras áreas y se organiza una cena multitudinaria con acceso restringido pero pagada con dinero público", abundó.

18.000 euros, música aparte

Rubio explicó que ha enviado una carta a Rus en la que propone "eliminar esta cena y realizar una recepción, de pie, más austera para diputados, alcaldes y concejales" y después "abrir el espectáculo de forma que todo el mundo pueda disfrutarlo". Porque hay orquesta. Este año, la música la pone Titánic. En su facebook, y tras anunciar que el "bolo" es público, corrigieron el "error" para aclarar que es "privado". Sólo la organización de toda la intendencia, servicio de camareros y paellas costó 18.000 euros. El sábado habrá estufas para que nadie pase frío.

Dani Martín abre el Sona la Dipu en Xàtiva

Dani Martín, el vocalista de El Canto del Loco, abrirá el Sona la Dipu Pop-Rock de este año en la plaza de toros de Xàtiva. El acceso es gratuito y el aforo de unas 10.000 personas. El portavoz socialista en la diputación, Rafael Rubio, considera que el presidente Alfonso Rus "ha perdido una ocasión de trasladar ese espectáculo a Valencia, al antiguo de cauce del río, por ejemplo la noche del 12 de marzo". "Xàtiva tiene derecho, por supuesto, a tener estos espectáculos, pero lo ha planteado como un acto electoralista en su ciudad", añadió el socialista, quien propuso también la opción de que actuaran en el río "los ganadores del último concurso de Sona la Dipu Pop-Rock".