La de 2011 está siendo una de las "plantàs" más extrañas de los últimos años. Llegado el 9 de marzo, prácticamente no había nada levantado en las demarcaciones. Una escena inaudita en los últimos años en los que, a estas alturas, los impenitentes seguidores de este proceso, que pasan las noches saltando de demarcación en demarcación, ya podían ir contemplando la subida de los primeros elementos grandes.

La escena en los cruces y plazas era, en casi todos los casos, la misma: grandes bloques dejados caer, fuertemente envueltos en plástico y apenas algunas grúas esperando su momento.

Lo más llamativo, sin embargo, es que el temor a la lluvia se ha convertido exclusivamente en eso: en temor. De acuerdo con las previsiones, tanto el lunes como el martes tenían que haberse pasado por agua. A esto hay que añadir el viento, que todavía es molesto. Los artistas han seguido cargando góndolas para llevar los elementos y hoy mismo ya tendrán que empezar a unir cuerpos centrales. Aunque la técnica de "plantà" es rápida, el tiempo apremia porque, una vez arriba, todavía queda el engorroso asunto de repintar las juntas y los desperfectos ocasionados por el transporte.

Las fallas están llegando incluso a las categorías inferiores. Por eso, son muchas las demarcaciones en las que ya se pueden ver trozos de falla.