Como dijo Gandhi, "la cultura de un pueblo se mide por la forma en que trata a los animales", y "en España es desastrosa", añadía Isabel Groepel. Ella es una de las cerca de mil personas que se manifestaron ayer en Valencia para protestar contra el maltrato animal. El movilizador de las protestas fue el vídeo de Schnauzi, el cachorro torturado hasta la muerte.

"El vídeo ha sensibilizado a la opinión pública. Yo no lo he visto, pero he leído que el torturador se regozijó en el maltrato durante 11 horas". Así se expresaba Agustín Mateu, que acudió con su perro a la protesta. Como él, quienes se reunieron ayer para mostrar su desacuerdo con la violencia hacia los animales consideran que debería ser un delito recogido en el código penal, y no una simple multa.

La protesta fue desde la plaza del Ayuntamiento hasta la de la Virgen. La movilización había partido de Laura Tomás García, una valenciana que promovió desde su ordenador más de 50 protestas simultáneas contra el maltrato animal. Los manifestantes coincidieron en que hay que endurecer las penas."Hemos venido para defender que la ley contra el maltrato animal sea a nivel nacional. Protestamos porque está todo demasiado light". Así se expresaba Isabel Torres. Isabel Groepel describe la ley de protección animal actual como "nefasta, insuficiente, vergonzosa y patética". Es alemana, y explica que allí, a las perreras españolas se les llama "estaciones de matanza".

El evento se difundió a través de las redes sociales y muchos dieron la vuelta ayer a la postura criticada por Agustín Mateu, de "no se va a conseguir nada, no hago nada". Acudieron también representantes de organizaciones en defensa de los animales, como Partit Antitaurí. Alberto Navas, de Comunidad Canina, pide que cesen los abandonos. Explica que se encargan de mejorar la convivencia entre el dueño y el perro, porque considera el problema en la falta de educación. Muchos perros se pasearon, mientras los amos eran su voz. "Nos han movido los animales, la preocupación por ellos, Tenemos que hablar por ellos", defendía Pepi Company.

En la manifestación se paseaban portadores de cirios, en reconocimiento al cachorro torturado hasta la muerte. Se recogieron, además, firmas de protesta contra el maltrato. "Hay que reunir 50.000 firmas para que esto se dé a conocer". Todos pueden aportar algo. Y es que como dice Carmen Torres, "si uno insiste mucho, en la insistencia está la solución".

Los manifestantes aprovecharon también para denunciar el maltrato que sufren los toros, o los animales en las granjas."Podíamos hacer algo más, no comérnoslos", decía Luis. O no tratarlos para fines de entretenimiento. En una de las pancartas, podía leerse: "Las personas que son violentas con los animales, raramente se detienen ahí" y sus portadores defendían que si maltratan un animal, también pueden hacerlo a las personas.

Carmen Badía piensa: "¿qué futuro puede tener la humanidad? Si no respetamos a los más débiles, ¿cómo podemos llamarnos seres humanos?" Carmen llevaba un cartel dónde se explicaban las atrocidades cometidas contra Schnauzi. "La protección del ser humano debería estar en muchos ámbitos. Es la vida misma lo que deberíamos defender, no sólo la de los humanos", decía.

Mateu desprecia también las costumbres arraigadas en muchas zonas de España, "donde es más rentable deshacerse de un perro que mantenerlo hasta la temporada siguiente de caza", señalaba en la manifestación.