Los usuarios de la Casa de la Caridad de Valencia se llevaron ayer una grata sorpresa al acudir a su cita diara con el comedor solidario. Y es que la institución quiso celebrar con los cerca de 400 comensales habituales su 105 aniversario, ofreciéndoles un menú de Estrellas Michelín, preparado por los cocineros Jorge Andrés, del restaurante "La vertical", y Jorge Bretón, de "La sucursal", ambos chefs galardonados con la prestigiosa distinción de la guía gastronómica.

"Cuando desde la Casa de la Caridad nos propusieron participar en esta iniciativa no lo dudamos ni un momento", señaló Jorge Andrés. Por su parte, Jorge Bretón, explicó que para desarrollar esta iniciativa, han contado con los proveedores habituales de la Casa de la Caridad, así como con sus cocineros, aunque también tuvieron que echar una mano cerca de 15 personas de los equipos de Bretón y Andrés. "Nosotros estamos acostumbrados a cocinar para unos cuarenta comensales, aquí se multiplica considerablemente, hasta 400, por lo que hemos contado con la ayuda indispensable del personal de Caridad", indicó Andrés.

Una entidad necesaria

Antonio Casanova, presidente de Casa Caridad, explicó durante la presentación del evento que la entidad benéfica empezó su actividad en 1906, y a día de hoy continua siendo igual de necesaria que entonces. "En este tiempo hemos repartido más de 45 millones de raciones de alimento. Estos últimos años están siendo especialmente sensibles y hemos vivido un incremento significativo de las necesidad de los valencianos. Hoy en día vienen a comer aquí no sólo personas sin hogar, sino también familias con menores que no pueden hacer frente a los gatos del día a día", señaló Casanova.

Para la elaboración del menú, los cocineros tuvieron en cuenta las exigencias nutricionales y calóricas de los comensales, ya que en muchos casos esta comida representa la única fuente de alimento en todo el día.

Cocina de la abuela

"Para confeccionar el menú volvimos un poco a nuestros orígenes, a la cocina de la abuela tradicional de los domigos en la que no te puedes ni levantar de la mesa", explicó Bretón.

Los platos escogidos fueron una lasaña de marisco f´ria, de entrante, un segundo compuesto por cordero con verduda y una base de cus-cús y una macedonia de frutas tratadas con osmosis, es decir, que la fruta sabía a zumos de otras frutas distintas.

Como colofón al ágape y para dejar un toque dulce en el paladar de los comensales, se sirvió una tarta de aniversario hecha a base de chocolate, vainilla y nata.