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­Iba para químico pero, casi por casualidad, se metió en el mundo de la enseñanza, junto a su hermana Marisa que llevaba un colegio en Benicalap (el actual Argos). José Luis Marín —nacido en Burjassot hace 72 años y jubilado tras 57 sin parar— acabó estudiando Magisterio, «27 asignaturas en un curso» y «trabajando hasta las 10 de la noche» recuerda. Como quería «tener algo por mí mismo para independizarme», montó el Marjo y después el Marni, que esta mañana celebra los cincuenta años. «Fuimos los primeros en tener informática o gabinete psicopedagógico y vimos la importancia del inglés» afirma.

¿En qué piensa al eligir un sitio para montar un colegio?

En que habrá niños. En el caso del Marni, en 1962, era un barrio en crecimiento, que nacía, y el colegio nacía con el barrio.

¿Éste es un buen momento para la educación?

Es un momento difícil para todos. Nosotros tenemos la fortuna de que apenas nos incide. Seguimos en crecimiento pese la crisis.

Para salir de ella ¿se necesitan empresarios que arriesguen?

España salió de donde estaba gracias a todos los emprendedores de mi generación. Mi horario de trabajo, toda la vida, ha sido de 8 de la mañana a 10 de la noche. Hoy hace falta apoyo no solo económico sino también agilidad para poder crear empresas, que haya menos exigencias burocráticas y normativas; conseguir una licencia de apertura se hace extremadamente largo . Hay que superar excesivos requisitos, que son una losa para crear empresas.

¿Entiende la educación como una empresa?

Cualquier persona que es autónoma ha de ser empresario. Si tengo 600 trabajadores que dependen de nuestra buena gestión, es indispensable ser empresario. Normalmente nace pero, además, se crea, se tiene que formar.

¿Optará a suelo público para montar otro colegio?

Nosotros optaremos; en Valencia o fuera. Debía haberse puesto en funcionamiento hace años. Todos los años en Valencia ciudad quedan 6.000 niños que no pueden ingresar en la opción que los padres desean. Si solicitan fundamentalmente colegios concertados, lo correcto sería que la Administración los facilitase a las familias. El ahorro para la Conselleria de Educación es tremendo. No tienen que invertir absolutamente nada y, luego, los ayuntamientos no tienen mantenimiento ya que eso lo hará el concesionario y, después, todos los gastos que lleva el funcionamiento como son luz, agua, administración, conserjes, también se lo ahorran . Para la conselleria, además, el coste del profesorado de un colegio concertado viene a ser el 60 por ciento de lo que tuviera que pagar en un centro público.

Si es tanto ahorro para conselleria, ¿qué gana la concertada?

Nosotros tenemos unas actividades extraescolares y por la mejor gestión porque tenemos que hacer una gestión empresarial. Al profesorado lo paga la Generalitat, pero la gestión es mejor ya que su sueldo es de acuerdo con el horario que tiene.