La construcción de un aparcamiento en el subsuelo de la calle Severo Ochoa, junto a los jardines de Monforte ha derivado, en mi opinión de manera inexplicable, en un proceso judicial en el que se ha puesto en cuestión, de manera injusta, la honorabilidad y buen hacer de cuatro funcionarios y un concejal del Ayuntamiento de Valencia.

El fiscal les acusa de haberse puesto de acuerdo en no pedir un informe a la Dirección General de Patrimonio para realizar unas obras que, recuerdo, se llevaron a cabo a cielo abierto durante más de dos años y en una zona muy transitada, sin que nadie, ni un particular, ni una asociación, ni institución alguna, dijera nada al respecto, ni durante la tramitación ni durante las obras.

Un informe que se pide siempre que los técnicos lo consideran necesario, no sólo en este entorno, sino en cualquiera. ¿Y qué hacemos los políticos, en el Ayuntamiento de Valencia y en cualquier otra institución? Respaldamos con nuestra firma el buen hacer de los trabajadores públicos, como no podría ser de otra manera, cuando todos, absolutamente todos los informes son favorables.

Por tanto, estamos hablando de un informe, de un trámite administrativo que los 25 técnicos municipales que participaron en el expediente del aparcamiento entendieron que no era necesario; un expediente que firmó mi compañero de corporación, Jorge Bellver, sólo por ser el teniente de alcalde del área, sin que tan siquiera fuera competencia de su concejalía la construcción del citado aparcamiento; una única firma que podría haber sido la de cualquiera de los concejales de la Junta de Gobierno.

Enfrente, un fiscal que discrepa, y además, interpreta mala fe donde sólo hay trabajo abnegado y servicio público. Y a esa discrepancia el fiscal le llama "prevaricación", consciente de lo mal que suena la acusación y a pesar de que, insisto, hablamos de un trámite administrativo, la tramitación de un expediente administrativo que sin ninguna consecuencia que se haya demostrado perjudicial para ningún elemento ni persona, va a ser valorado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

¿Tiene sentido haber llegado hasta ahí? Personalmente creo que no. Pero estoy convencido de que la Justicia hará honor a su nombre.

?Concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Valencia