Las goteras volvieron a aparecer en el emblemático edificio del Ágora durante la mañana del pasado sábado a causa de las primeras tormentas que han llegado con la gota fría y afectaron a la previa del Open 500 que se estaba celebrando. Seguramente, el secretario autonómico de Turismo y Proyectos Estratégicos, Luis Lobón Martín, pensó el pasado jueves que los poco más de 23 litros por metro cuadrado que cayeron en Valencia no iban a provocar nuevas goteras ya que, ante una pregunta de Ignacio Blanco, diputado de Esquerra Unida, sobre el porqué de la existencia de estas en la pasada edición de la Campus Party, contestó: «En circustancias especiales, en lugares especiales y en momentos donde puede haber alguna climatología especialmente adversa puede haber algún tipo de problema puntual, que obviamente se arreglará». Sin embargo, los incidentes con el Ágora parecen ser algo más que un problema ocasional.

Blanco, durante la comisión de Economía en la que fue formulada la pregunta, le exigió al secretario autonómico que ofreciera alguna respuesta «seria» sobre «quién tiene la responsabilidad» ya que, a juicio del parlamentario, «si en unos edificios que han costado millones, en el caso del Ágora algo más de 100 millones de euros, hay goteras. ¿Alguien será responsable?»

Lobón defendió que no cree que «en obras tan singulares como las de Calatrava haya que pedir responsabilidades por ejecución ni por obra ya que es normal que los primeros días en una construcción nueva se filtre agua [en el 2009 ya ocurrió en el Open 500, en el 2007 se inundó el Palau de les Arts y anteriormente el Hemisfèric también sufrió goteras]». A su vez, Lobón añadió que «las empresas constructoras aún no han entregado la obra por lo que no está hecha la hoja de recepción y por lo tanto serán estas empresas quienes tomen las medidas necesarias para solucionarlo».

Blanco se mostró sorprendido ante la respuesta del secretario autonómico porque no entiende «cómo se puede inaugurar una obra y realizar eventos dentro sin estar acabada», por lo que, según informó a Levante-EMV, presentará una pregunta en las Corts para que alguien explique qué es lo que está ocurriendo y quién es el responsable.

Los agujeros del Ágora afectan a los grandes eventos

Las goteras que han hecho suspender algunas de las actividades programadas en la previa del Open 500 de tenis de este año no son nuevas. Hace dos años, ante la celebración del mismo torneo y la previsión de fuertes lluvias, típicas en octubre, se intentó tapar el techo del edificio con plásticos para evitar que pasara el agua. Este año, en la Campus Party, el agua logró entrar y algunos de los participantes tuvieron que proteger sus equipos informáticos con plásticos y sombrillas.