La novia sorprendió con un vestido hecho en seda y lino con el dibujo del espolín «Valencia», confeccionado por Victoria Liceras, luciendo además dos agujas en el pecho como guiño al tocado de valenciana. La ceremonia tuvo música de dolçaina, incluyendo el Ave María, y el banquete tuvo música asturiana, sidra y queso de cabrales, en alusión al origen asturiano familiar de Marta.