Cientos de personas se agolparon ayer a las puertas de la Catedral de Valencia para entrar a ver el belén de la Seo. Este año no se cobra nada por contemplar el gran belén, lo que motivó que las colas, que acumularon hasta ciento cincuenta personas, según cálculos de la Catedral, llegaran hasta la contigua calle Micalet.

Todo ello en un día en que el Arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ofició una misa con motivo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, en la que exhortó a los valencianos a "recuperar a Dios como fundamento de nuestra existencia, como hizo la Virgen María, para evitar que el mundo se tambalee en este momento histórico que estamos viviendo". Según el prelado, son tres las "tareas esenciales" a las que nos invita a vivir la Virgen Inmaculada: "vivir la experiencia de la belleza, para encontrarnos con Dios", "descubrir la grandeza de Dios" y "fundar la vida en la roca que es Dios mismo". Además, con motivo de la Inmaculada, la imagen de plata del siglo XIV de la Virgen María con el Niño Jesús salió en procesión a partir de las 17.30 horas, después del rezo de vísperas. Por su parte, la Asociación de Campaneros de la Catedral realizó por la mañana el volteo de campanas en la torre del Micalet compuesto en el siglo XVIII para la solemnidad de la Inmaculada Concepción por el canónigo Teodosio Herrera.

"Corriola" en Cocentaina

Por su parte, decenas de familias de Cocentaina celebrarón ayer junto a la ermita de Santa Bárbara un encuentro en torno a "La Corriola", un rollo de pan con una longaniza roja simulando el final de la cuerda de la campana que hacen repicar los más pequeños al llegar a la ermita. La fiesta data del siglo XIII y marca la víspera de la instalación de los belenes.