Fue la aportación de la Generalitat al «boom» urbanístico en la Comunitat Valenciana. Sociópolis, un proyecto ideado por arquitectos de renombre que pretendía ser «el nuevo modelo de barrio de vivienda asequible, siguiendo a la tradición moderna de investigar y proponer nuevos entornos habitables que respondan a la sociedad de cada época». Ocho años después de su majestuosa presentación en la Bienal de Valencia sólo tres de las 18 promociones previstas en la pedanía de La Torre han sido terminadas y entregadas. Otras cuatro están en construcción y alguna de ellas, como la del Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa), avanzan con parones intermitentes por falta de financiación. Son 184 viviendas de protección pública que no encuentran créditos bancarios pese a tener una reserva del 70%.

Sociópolis, según contempla en su página web, promueve la construcción de viviendas sociales que respondan a las necesidades de las nuevas unidades familiares (jóvenes emancipados, personas mayores o familias monoparentales), tanto en propiedad como en alquiler, en un entorno urbano de calidad en el que las zonas verdes y los equipamientos estimulan la interacción social y la arquitectura de calidad impulsa la excelencia urbana.

Sólo 422 casas están terminadas a día de hoy. Entre las promociones terminadas se encuentran las de Proara-La Caixa, con 104 viviendas en venta y 134 de alquiler; la Cooperativa Valenciana d´Habitatges (Hab-Co), que oferta 88 pisos en venta; y Coluvamar, que ha construido otras 96 viviendas también en venta.

Nuevo modelo urbano

En Sociópolis se propone un nuevo modelo de desarrollo urbano en el que la viviendas y los equipamientos multifuncionales se integran en un entorno agrícola, siguiendo el modelo del «hortulus» mediterráneo. Según sus promotores, «en este proyecto la transformación urbana viene guiada por la voluntad de proteger el máximo de superficie de huerta (que son las tradicionales zonas agrícolas entorno a la ciudad de Valencia) regada con aguas del río Turia a través de las acequias que construyeron los árabes hace mas de 800 años». La intención de este desarrollo urbano era «fomentar la protección del paisaje y del medio ambiente, al mismo tiempo que cumplir una función social al facilitar viviendas a un precio tasado a una gran cantidad de personas».

Pero la realidad de estos «huertos urbanos» es un erial a las afueras de Valencia que sólo ve crecer siete edificios salpicados por el terreno disponible. La mayoría no se han iniciado y en muchos casos, los que se adjudicarán difícilmente se desarrollarán en breve debido a la situación de las empresas. Es el caso de la UTE Franjuan-Enrique Ortiz, que debía desarrollar una torre de 185 viviendas . La firma de Sellent fue intervenida judicialmente y entró en concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos.

Los diseños más emblemáticos de este megaproyecto llevaban el sello de arquitectos como Vicente Guallart, Toyo Ito, Willy Muller o Manuel Gausa.

En el barrio se conservan cuatro alquerías históricas. Asimismo, Sociópolis tenía previsto fomentar la interacción social y el sentido de comunidad a través de instalaciones deportivas como un campo de fútbol, circuito atlético, zonas de juegos y skating. También en este sentido se pensaron los «huertos urbanos» que en enero vieron como una empresa especializada montaba un gran invernadero vivero para estos huertos valorado en 327.000 euros con cargo al segundo Plan Zapatero.

Este parón en el megaproyecto impulsado por la Generalitat ha sido atribuido a la crisis económica y al estallido de la burbuja inmobiliaria. De hecho, desde el IVVSA ya explicaron a Levante-EMV que los datos indican que hay demanda €15.000 solicitudes para 3.000 viviendas€, pero ahora muchos de estos candidatos están en paro o no consiguen una hipoteca y no pueden mantener su solicitud.

En el mismo sentido que la Generalitat se mostraba el arquitecto autor del proyecto, el valenciano Vicente Guallart. A principios de año manifestaba que «en un momento de crisis inmobiliaria lo importante de este proyecto es que sigue adelante, que se acaba la urbanización y que los promotores siguen invirtiendo. De hecho, los dos primeros edificios se entregaron poco después.

«Este proyecto tiene una inercia tal que se va a acabar», apuntó Guallart, que responde con un contundente «antes» cuando se le preguntó si aún tendrán que pasar diez años para ver terminada su obra.

De momento, Sociópolis camina a marcha lenta y aunque se ha terminado la urbanización y se han empezado a entregar viviendas, la «ciudad ideal» todavía tendrá que esperar.

La ciudad «ideal» contemplaba 2.800 viviendas con instalaciones deportivas y «huertos urbanos»

Sociópolis, según explica en su página web, promueve la construcción de viviendas sociales que respondan a las necesidades de las nuevas unidades familiares (jóvenes emancipados, personas mayores o familias monoparentales), tanto en propiedad como en alquiler, en un entorno urbano de calidad en el que las zonas verdes y los equipamientos estimulan la interacción social y la arquitectura de calidad impulsa la excelencia urbana. En total el proyecto prevé 2.800 viviendas de protección pública de diseño a precios razonables tanto para alquilar como para comprar.

De las 18 promociones del proyecto sólo se han terminado tres y otras cuatro avanzan lentamente

Sólo 422 viviendas están terminadas tras ocho años. Se trata de las de Proara-La Caixa, con 104 viviendas en venta y 134 de alquiler; la Cooperativa Valenciana d´Habitatges, que oferta 88 pisos en venta; y Coluvamar, que ha construido otras 96, también en venta. El parón generalizado afecta hasta la finca promovida por el Instituto Valenciano de la Vivienda que debía haber finalizado 184 viviendas de protección pública. Primero fueron problemas en la urbanización los que retrasaron la entrega de las primeras promociones y luego está siendo la crisis la que tiene parados, por falta de demanda o de financiación, el resto de proyectos.

Falta de demanda de compradores por la crisis económica

La crisis y el elevado paro ha provocado que la demanda de pisos haya caído. En un principio hubo 15.000 solicitudes para las 2.800 viviendas pero en la actualidad muchas de estas personas han de-sistido de conseguir un piso por su situación económica.

Algunas de las adjudicatarias entraron en concurso de acreedores o directamente han quebrado

Algunas de las concesionarias a las que la Generalitat adjudicó la construcción y promoción de viviendas en Sociópolis han quebrado o entraron en concurso de acreedores. Es el caso de Franjuan que, junto a Enrique Ortiz, debía construir 185 viviendas y urbanizar una parte del PAI de la Torre.