La estrecha acera de la calle Conde Trénor ha pasado a la historia. Las obras de urbanización del entorno del nuevo Pont de Fusta incluyen la ampliación del pavimento en un metro y medio. De esta forma la calzada se reduce en favor de la zona peatonal. Por el momento los operarios están trabajando en el tramo que discurre entre las calles Conde Trénor y Salvador, además de actuar en las denominadas Alameditas, convertidas en un jardín monumental con árboles de gran porte y altura, para que discurra un pasillo hasta el puente de la Trinitat.

El proyecto del nuevo Pont de Fusta no solo contempla la construcción de la plataforma por la que se desviará todo el tráfico, tras la peatonalización del puente de Serranos. Las obras incluyen, además, que la explanada situada frente a la Torres de Serrano también sea peatonal. El nuevo enclave ni tendrá desniveles ni contará con la gasolinera, que ya ha sido retirada. El objetivo es que la peatonalización de la explanada esté acabada para la Crida de 2012, según aseguraron fuentes municipales. Por ello, la urbanización del entorno de las Torres de Serranos contempla la instalación de bancos y mobiliario urbano desmontable, para que no entorpezca este tipo de actos u otros multitudinarios, en una explanada que tendrá una visión bien diferente dentro de un par de meses. La actuación también incluye aparcabicis de acera, papeleras, fuentes rectangulares y mejoras en el recorrido ciclista.

El nuevo Pont de Fusta asumirá, pues, todo el tráfico que proceda de Llano de Zaidía y de Viveros, que no es poco (unos 18.000 ve-hículos diarios, y 10 líneas de la EMT). Los vehículos cruzarán el cauce del río y girarán a la izquierda para incorporarse a una calzada que, eso sí, será más estrecha ya que en esta zona el peatón gana protagonismo.