Darle salida a un solar, aún en tiempos de crisis económica y sin instituciones o iniciativa privada dispuesta a invertir millones de euros para construir parques o viviendas, es posible. Así lo ha demostrado la plataforma Comboi a la fresca, como ya publicó Levante-EMV el pasado verano.

El colectivo, perteneciente al fenómeno socio-urbano "Arquitecturas Colectivas", se dedica a localizar solares abandonados, los sanean, adecentan, pintan y habilitan, siempre de manera altruista, para uso de la vecindad, mientras tanto no se les dé una finalidad definitiva.

Es el caso del solar existente en la calle Corona número12, entre el Mercadillo de Mossén Sorell y la Beneficencia, más de 600 metros cuadrados, que lleva muchos años sin ocupar, ni transformar, siendo de propiedad privada y pública, y que parece está destinado, sobre el papel, a plaza pública.

En el mismo se ha hecho unas excavaciones arqueológicas, sin que haya aparecido nada de gran interés, sólo en el subsuelo unas piedras de molino y restos de un horno y de un pozo, pertenecientes a lo que debió ser una alquería huertana del arrabal dels Tints.

El abandono ha hecho que crecieran plantas y árboles en el solar y en buena medida se estaba convirtiendo en un vertedero, hasta que este grupo de jóvenes, ayudados por vecinos, decidieron limpiarlo, sanearlo y convertirlo en un lugar a utilizar por los vecinos a modo de placita a la que llama "Jardín de las ruinas".

En él han colocado elementos para descansar o jugar hechos por ellos mismos con materiales reciclados. En la idealidad de su proyecto han divido el nuevo solar en tres zonas: la de las ruinas, en lugar de reflexión; el nivel de la calle, espacio público de reunión y encuentro; y los muros perimetrales, en áreas de exposición artística.

La ayuda de los vecinos

Para estas actuaciones pidieron permiso al dueño del solar, que lo concedió, para ejecutar este proyecto, que es progresivo, y sigue en marcha, el cual quedará abierto al público el día que encuentren pequeñas vallas que protejan contra las posible caídas de las personas al fondo de las ruinas.

Este grupo de jóvenes participan cada año en los Encuentros de Arquitectura Colectivas, intercambiando ideas y experiencias con organizaciones similares de otros pueblos y ciudades. En el último, el número de estos grupos ascendió a 60.

En la ciudad de Valencia han detectado hasta 23 solares o espacios de este tipo, donde se puede realizar la misma experiencia, principalmente en Patraix, Velluters, Carmen (Solar Princesa), Russafa, Nazaret y Cabanyal.

Su actuación sigue siempre cauces legales y la experiencia les sirve además de teoría y práctica para sus estudios, pues algunos de ellos son alumnos o están relacionados con la arquitectura y el urbanismo y con el movimiento 15-M.

Los vecinos están encantados con este proceso de reutilización y reactivación del Solar Corona, que permanece cerrado hasta que se le adecúe por completo con las debidas medidas de seguridad, lo que se hará cuando los jóvenes obtengan gratis materiales con que montar las protecciones de las ruinas.

Retiran hasta animales muertos

El colectivo, durante el proceso de rehabilitación del solar, ha convertido en un ágora lo que antes aparecía como un solar lleno de inmundicia. Entre la basura y escombros, los voluntarios retiraron incluso animales muertos. En julio y durante algunos días el solar se convirtió en una auténtica plaza donde miembros del 15M junto con los estudiantes de arquitectura y de "Makea tu vida" limpiaron y crearon con distintos tipos de materiales mobiliario urbano utilizable (asientos hechos a base de neumáticos, palés que se convierten en mesas, por ejemplo).