El juez que investiga el saqueo a la depuradora de Pinedo interrogó ayer a Olga del Pozo Blanco, administradora de la empresa Iris que participó en las presuntas irregularidades en el tratamiento de lodos de Emarsa. La mujer, fisioterapeuta de carrera, es esposa del exjefe de Medioambiental de la planta y también imputado, Adolfo Polo.

Del Pozo aseguró no saber nada de la firma Iris que administraba, ni tampoco de otras con las que también estuvo relacionada. "No hacía nada. Lo único que tenía que hacer era firmar los cheques que me traía mi marido", contestó al juez.

La versión de esta mujer fue la misma que la dada un día antes por su marido y no fue otra que desvincularla del escándalo donde también ha sido imputada. "Mi función en Iris era firmar y en Datura, alguna vez, pasar datos a ordenador. Lo demás, el cuidado de mis hijas ya que mi marido estaba todo el día fuera", argumentó. Del Pozo no supo contestar si tras firmar ante notario había liquidado una empresa o la había vendido. "Desde el principio me desvinculé de las empresas, confiaba con los ojos cerrados en lo que hacía mi marido", concluyó.

Adolfo Polo también fue interrogado ayer por segundo día consecutivo. Sobre unas facturas que las empresas de su mujer había abonado a Jorge Ignacio Roca, el empresario en busca y captura por el saqueo, el exjefe de Medioambiental aseguró que les había engañado. Concretamente en un compra ficticia de madera en Lleida.

Cabe recordar que esta compra no es el único negocio extraño en el que se ha visto envuelto Roca. Junto a otro de los imputados vendieron 2.000 taxis en la India para defraudar a Hacienda, según el informe de la Agencia Tributaria que ya publicó este periódico. Roca, su mujer y sus dos hijos pequeños están en paradero desconocido.