Cuarenta y cuatro años después de la primera Ronda a la Verge, este fin de fiesta de las celebraciones en honor de la Mare de Déu dels Desemparats mantiene la fuerza de la tradición. El público, alrededor de cinco mil personas, le da un abrumador respaldo, y su promotor, Bancaja, mantiene la idea de seguir patrocinándola más allá de los recortes presupuestarios que pueda sufrir su obra social como consecuencia de la crisis del ahora banco de referencia, Bankia.

Como es habitual, en la presidencia del acto estuvo el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, sin ninguna otra autoridad política que acompañara esta tarde de ronda. Por detrás de él una multitud que desde varias horas antes había ido ocupando las sillas de invitados o los alrededores de plaza, bien con improvisados asientos, bien en las terrazas aledañas, bien de pie en el perímetro que va desde la Casa Vestuario hasta la calle Navellos.

Frente a todos ellos dos escenarios a los pies de la fachada de la basílica coronados con el tapiz de la Verge, un marco incomparable para uno de los actos más populares de la fiesta.

Los protagonistas

En esta ocasión, los protagonistas, en la parte musical, fueron la Banda Municipal de Valencia, dirigida por Fernando Bonete Piqueras; la Escolanía de la Reial Basílica de Nostra Senyora dels Desemparats y el Orfeó Valencià Navarro Reverter. Y en la parte de danza brilló una vez más el Grup de Danses Alimara. Cerraba el cartel la soprano María José Martos y el tenor Vicente Ombuena, que interpretaron el himno regional, del maestro José Serrano, y el Himno de la Coronación, de Luis Romeu.

La tarde comenzó con "Coplas de mi tierra" a cargo de la banda municipal y siguió con una interpretación de "La fandangà" por parte de Alimara y una réplica de la escolanía con las piezas "Regina coeli laetare" y "Salve, Senyora". Y cerró el acto el himno regional de Valencia ya con la noche vencida sobre la plaza de la Virgen.

Fue hora y media de música y danza que alternó sobre los escenarios con sonoros aplausos de los asistentes, la mayoría de ellos, según dijeron, habituales de este tipo de celebraciones y, en concreto, de este fin de fiesta.

Se despejaba, además, la incógnita, si es que la había, sobre su futuro. Fuentes de Bancaja aseguraron que la Ronda a la Verge, después de cerca de medio siglo de presencia en los actos de la Mare de Déu dels Desemparats, es ya una prioridad de su obra social, lo que garantiza su pervivencia más allá de que se produzcan recortes presupuestarios derivados del momento económico que vive la entidad financiera tras su entrada en Bankia.

El año que viene, pues, la Ronda a la Verge seguirá en el programa de actos para deleite de otros cinco mil valencianos que colmen la plaza.