El anunció del vicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, de que los coches oficiales de los escoltas y los concejales van a ser renovados -pasarán de ser un Ford Mondeo a un Fiesta- ha sido mal recibida en la oposición, que siempre se opuso al mantenimiento de esta protección individual.

El portavoz del grupo de Esquerra Unida (EUPV), Amadeu Sanchis, considera "irresponsable" y "frívolo" que "mientras se procede a despedir a trabajadores de empresas que realizan servicios para el ayuntamiento, como son Imesapi y Etralux, se plantee la renovación de la flota de vehículos que utilizan los escoltas municipales".

"De nada sirve que digan que el nuevo modelo va a ser más útil y asequible, ya que lo que habría que hacer es renunciar al coche oficial y a los escoltas", dijo Sanchis, quien recordó que "Valencia se está quedando como una de las pocas ciudades" donde se mantienen estos servicios.

Con estas premisas, el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados presentará una pregunta al Ministerio del Interior para recabar información de los cargos públicos en todo el Estado y así determinar si el caso de Valencia es una medida de seguridad o un privilegio.

Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Compromís, Joan Ribó, pidió que se retire del garaje municipal el coche de Rita Barberá. Y si efectivamente está para el desguace, como aseguró el vicealcalde Alfonso Grau, que se lleve allí, dijo.

Por cierto, ayer se presentó el vehículo Renault, modelo Twizy, 100% eléctrico, que en las próximas semanas será probado por patrullas de la Policía Local dentro del servicio de playas y del jardín del Turia.